gruñen las escaleras que llevan al desván
mamá me ha mandado a por las bolas para el árbol de navidad
revuelvo entre trapos llenos de polvo y periódicos
finalmente levanto la caja que he encontrado
cuando quiero salir
me detiene un ruido a mis espaldas
en el rincón bajo la uralita
bate una ventana rota
señal de una barca perdida
enviada en el silencio
De Soma
Que 2010 nos acabe dejando sólo
un sinfín de buenos recuerdos
Feliz año
31 de diciembre de 2009
30 de diciembre de 2009
Dagmara Sumara II
Goteras, ensenadas
Hoy llevo todo el día empapándome.
Empecé por las botas y el taxi de la línea 1 12.
Por el formulario de pago completamente
empapado. Después hubo metástasis
en las manos, los labios, las piernas. Todo aquello
con lo que pude haberme defendido quedó empapado.
Si fuera supersticiosa, pensaría
que alguien llora sobre mí.
No hay nadie sobre mí.
Vivo en un piso empapado.
Vivo en un personaje empapado.
De Dancing
Hoy llevo todo el día empapándome.
Empecé por las botas y el taxi de la línea 1 12.
Por el formulario de pago completamente
empapado. Después hubo metástasis
en las manos, los labios, las piernas. Todo aquello
con lo que pude haberme defendido quedó empapado.
Si fuera supersticiosa, pensaría
que alguien llora sobre mí.
No hay nadie sobre mí.
Vivo en un piso empapado.
Vivo en un personaje empapado.
De Dancing
29 de diciembre de 2009
Łukasz Jarosz (1978)
Buscando la tienda de campaña en el desván
Buscando la tienda de campaña en el desván encuentro mis viejos juguetes.
Recuerdos de un mundo lejano en el que hoy es difícil creer.
Junto a la pared hay una caja con cartas y fotografías.
Ahora muchas palabras suenan ajenas, el papel fotográfico amarillea.
He abandonado miles de mundos.
Los recuerdos aún pueden revivir y emocionar,
pero poco a poco llego a una etapa
en la que el pensamiento es más rápido que el corazón.
De Soma
Buscando la tienda de campaña en el desván encuentro mis viejos juguetes.
Recuerdos de un mundo lejano en el que hoy es difícil creer.
Junto a la pared hay una caja con cartas y fotografías.
Ahora muchas palabras suenan ajenas, el papel fotográfico amarillea.
He abandonado miles de mundos.
Los recuerdos aún pueden revivir y emocionar,
pero poco a poco llego a una etapa
en la que el pensamiento es más rápido que el corazón.
De Soma
28 de diciembre de 2009
Dagmara Sumara (1985)
A los veinte años Dagmara Sumara publica su primer libro, Dancing, en la prestigiosa editorial de poesía Biuro literackie.
La voz de mi generación
(english version)
Primeros pasos sin ayuda, es decir nadie lleva
de la mano, nadie lleva al herido. Primeras
caídas sin ayuda. Ése es el motto principal de las excursiones
al río. En pleno verano. Ha llegado
la feria, ha montado las casetas, los carruseles, los billares
al lado del río, así que nos dirigimos feriadamente allí.
Llevamos banderines rojos, tenemos diecinueve
años, tenemos pastores alemanes, coches,
tenemos el corazón roto. Algo nos une. Alguien
podría decir: la voz de la generación. Que compramos una
entrada y el resto va de gorra en la noria.
Bebemos coca cola a la americana en un solo vaso de papel
para reducir los costes. Besamos unos únicos labios para
intercambiar opiniones. Qué barato, qué inteligente.
Gente con niños nos pregunta por el camino para ir al puesto
de frankfurts. Alguien bromea diciendo que sus hijos son salchichas frankfurt.
Qué sabroso, qué gracioso. Nos pasamos todo el año
esperando la llegada de la feria, haciendo creer
a nuestros padres que nuestro hobby son los idiomas.
Cuando nos piden hacer el numerito ante sus amigos, decimos
con un maravilloso acento inglés à la bbc: "Hello, my
name is Peter. Now fuck off". Todos aplauden.
Los menos orientados en el savoir vivre se huelen alguna estratagema.
De Dancing
La voz de mi generación
(english version)
Primeros pasos sin ayuda, es decir nadie lleva
de la mano, nadie lleva al herido. Primeras
caídas sin ayuda. Ése es el motto principal de las excursiones
al río. En pleno verano. Ha llegado
la feria, ha montado las casetas, los carruseles, los billares
al lado del río, así que nos dirigimos feriadamente allí.
Llevamos banderines rojos, tenemos diecinueve
años, tenemos pastores alemanes, coches,
tenemos el corazón roto. Algo nos une. Alguien
podría decir: la voz de la generación. Que compramos una
entrada y el resto va de gorra en la noria.
Bebemos coca cola a la americana en un solo vaso de papel
para reducir los costes. Besamos unos únicos labios para
intercambiar opiniones. Qué barato, qué inteligente.
Gente con niños nos pregunta por el camino para ir al puesto
de frankfurts. Alguien bromea diciendo que sus hijos son salchichas frankfurt.
Qué sabroso, qué gracioso. Nos pasamos todo el año
esperando la llegada de la feria, haciendo creer
a nuestros padres que nuestro hobby son los idiomas.
Cuando nos piden hacer el numerito ante sus amigos, decimos
con un maravilloso acento inglés à la bbc: "Hello, my
name is Peter. Now fuck off". Todos aplauden.
Los menos orientados en el savoir vivre se huelen alguna estratagema.
De Dancing
27 de diciembre de 2009
Wacław Oszajca III
el cardenal pasea
albert vanhoye pasea por el jardín
la grava cruje bajo sus pies
se siente el olor de las peonias
murmura la fuente
susurran
las páginas del libro
pasadas en el pensamiento
la maleta está hecha
el título de doctor honoris causa guardado
el taxi pedido
en su cabeza cana
en su gastado traje negro
empieza a caer una fina lluvia
albert vanhoye
mecánicamente
mete en el bolsillo interior de la chaqueta
la cruz cardinalicia
al menos le ahorraré ese disgusto
porque para qué se va a mojar sin necesidad
De Perspectiva invertida
albert vanhoye pasea por el jardín
la grava cruje bajo sus pies
se siente el olor de las peonias
murmura la fuente
susurran
las páginas del libro
pasadas en el pensamiento
la maleta está hecha
el título de doctor honoris causa guardado
el taxi pedido
en su cabeza cana
en su gastado traje negro
empieza a caer una fina lluvia
albert vanhoye
mecánicamente
mete en el bolsillo interior de la chaqueta
la cruz cardinalicia
al menos le ahorraré ese disgusto
porque para qué se va a mojar sin necesidad
De Perspectiva invertida
25 de diciembre de 2009
Wacław Oszajca II
viernes santo
eran ya
más de las tres de la tarde
más o menos después de todo
y sin embargo hoy
es decir el veintiuno de marzo
de dos mil ocho
una mostruosa boa
se introduce en el interior de la basílica
un rebaño de clérigos corre
con sus alas negras se eleva
estoy en el puente
observo el parduzco tíber
ya casi lo sé
lo único que tengo que hacer
es vivir
De perspectiva invertida
eran ya
más de las tres de la tarde
más o menos después de todo
y sin embargo hoy
es decir el veintiuno de marzo
de dos mil ocho
una mostruosa boa
se introduce en el interior de la basílica
un rebaño de clérigos corre
con sus alas negras se eleva
sobre la gran plaza
como si fueran el dios padre
de la capilla sixtina
gorjeando como estorninos
vuelan hacia san pedro
vuelan irradiados de sol
estoy en el puente
observo el parduzco tíber
ya casi lo sé
lo único que tengo que hacer
es vivir
De perspectiva invertida
24 de diciembre de 2009
Wacław Oszajca (1947)
Hace unos meses en una de las entradas del blog me preguntaban por esa línea de poesía religiosa polaca que apenas ha encontrado reflejo en Al trasluz, con este poema del jesuita Wacław Oszajca inicio una serie de poemas de esas características.
parada de autobús
el niño tiene las manos
en los bolsillos del pantalón
juguetea con los dedos
busca
acaricia
a sí mismo en sí mismo
a la compañera de clase
a la maestra
quizá
el niño
llegue a saber dentro de poco
que también a dios
De Perspectiva invertida
parada de autobús
el niño tiene las manos
en los bolsillos del pantalón
juguetea con los dedos
busca
acaricia
a sí mismo en sí mismo
a la compañera de clase
a la maestra
quizá
el niño
llegue a saber dentro de poco
que también a dios
De Perspectiva invertida
22 de diciembre de 2009
21 de diciembre de 2009
Mirosław Gabryś (1973)
Erótico
en esta ciudad hay pocos cubos de basura
así que tengo que llevar en los bolsillos billetes usados
restos de dinero y un pañuelo lleno de mocos.
soy demasiado sentimental.
a veces encuentro pelos tuyos en la cama a veces tus huellas dactilares
en el piano así que no expondré los muebles delante de casa.
mi dedo corazón es más largo que el índice.
ya no lo verás nunca.
agosto 1998
en esta ciudad hay pocos cubos de basura
así que tengo que llevar en los bolsillos billetes usados
restos de dinero y un pañuelo lleno de mocos.
soy demasiado sentimental.
a veces encuentro pelos tuyos en la cama a veces tus huellas dactilares
en el piano así que no expondré los muebles delante de casa.
mi dedo corazón es más largo que el índice.
ya no lo verás nunca.
agosto 1998
20 de diciembre de 2009
Grzegorz Olszański (1973)
42-662
Cuando mi hermano a los tres años
se tragó una cantidad indeterminada
de pastillas de diazepam,
que igual le parecieron una nueva versión de caramelos
para niños,
y el mundo empezó a darle vueltas como un carrusel
desbocado,
mi madre fue corriendo al colegio
a clase de polaco
y me preguntó
si no recordaba el número de teléfono
de mi padre.
No lo recordaba.
Recordaba sólo el código.
Hoy Lo sigo recordando.
Cuando mi hermano a los tres años
se tragó una cantidad indeterminada
de pastillas de diazepam,
que igual le parecieron una nueva versión de caramelos
para niños,
y el mundo empezó a darle vueltas como un carrusel
desbocado,
mi madre fue corriendo al colegio
a clase de polaco
y me preguntó
si no recordaba el número de teléfono
de mi padre.
No lo recordaba.
Recordaba sólo el código.
Hoy Lo sigo recordando.
19 de diciembre de 2009
Andrzej Stasiuk (1960)
Andrzej Stasiuk es conocido sobre todo como novelista. Su obra ha sido traducida a varios idiomas, entre ellos el español. El lector interesado puede buscar en la editorial Acantilado títulos como Nueve, El mundo detrás de Dukla, Mi Europa, De camino a Babadag.
Sigo con la antología de ayer y encuentro algunos poemas del autor que ya conocía.
Iba sentado junto al conductor.
Catorce horas de viaje con una larga parada
para emborracharnos. Se nos venían encima nubes
de barro y luces irreales. El coche
era sabio y viejo. Agarraba las curvas a tientas.
De hecho, nosotros podríamos no haber estado.
El tabaco sabía a ciudad abandonada
al atardecer, en ese momento en que todos los viajes
parecen una huida. Nosotros también teníamos que poner tierra de por medio.
Teníamos que ponernos en marcha aún bajo los efectos del alcohol.
Gasolineras, una noche como el café
derramado sobre una mesa de color negro. La muerte se
acercaba y de nuevo volvía a alejarse. Éramos como
esos insectos de largas patas que se deslizan en la superficie del agua
demasiado ligeros para hundirse y al mismo tiempo sin alas.
Sigo con la antología de ayer y encuentro algunos poemas del autor que ya conocía.
Iba sentado junto al conductor.
Catorce horas de viaje con una larga parada
para emborracharnos. Se nos venían encima nubes
de barro y luces irreales. El coche
era sabio y viejo. Agarraba las curvas a tientas.
De hecho, nosotros podríamos no haber estado.
El tabaco sabía a ciudad abandonada
al atardecer, en ese momento en que todos los viajes
parecen una huida. Nosotros también teníamos que poner tierra de por medio.
Teníamos que ponernos en marcha aún bajo los efectos del alcohol.
Gasolineras, una noche como el café
derramado sobre una mesa de color negro. La muerte se
acercaba y de nuevo volvía a alejarse. Éramos como
esos insectos de largas patas que se deslizan en la superficie del agua
demasiado ligeros para hundirse y al mismo tiempo sin alas.
18 de diciembre de 2009
Jolanta Stefko (1971)
En una antología de la poesía polaca, encuentro este poema que me trae a la mente el tema sobre el que estamos trabajando un grupo de amigos dedicados a la fotografía: la soledad.
Parada
Espero el último tranvía
Aparte de mí no hay nadie más
miro porque no se ve gran cosa
y escucho por el silencio. La noche es mejor
que el día, quizás.
En este momento, nadie
piensa en
mí. Nadie.
Parada
Espero el último tranvía
Aparte de mí no hay nadie más
miro porque no se ve gran cosa
y escucho por el silencio. La noche es mejor
que el día, quizás.
En este momento, nadie
piensa en
mí. Nadie.
17 de diciembre de 2009
Stanisław Barańczak (1946)
Sin duda, uno de los fenómenos más interesantes en el mundo de la traducción es el de aquellos traductores que no traducen a su lengua natal. En el caso polaco se trata de un fenómeno que se da –con magníficos resultados- en innumerables casos. No es para nada extraño ver cómo gran parte de la obra de autores polacos ha sido vertida a otras lenguas por traductores de origen polaco. En muchos casos esos traductores son también grandes autores de la literatura polaca. Uno de esos ejemplos es el del poeta, crítico literario, ensayista y profesor universitario Stanisław Barańczak, que reside en Estados Unidos desde principios de los años 80 y que ha traducido al inglés a destacados representantes de la poesía polaca.
En 1984 publica en Londres, en polaco, la antología El poeta recuerda. Antología de la poesía testimonial y de oposición 1944-1984. Entre los poetas antologados se encuentra el propio Barańczak.
Los Reyes Magos
A Lech Dymarski
Seguramente vendrán después de Año Nuevo.
A primera hora de la mañana, como siempre.
Con los fórceps del timbre tirando de tu cabeza
entre las sábanas, aturdido como un bebé,
abrirás la puerta. Brillará
la estrella de su placa.
Tres. En uno de ellos reconocerás
con irreflexiva sorpresa (qué pequeño
es el mundo) a tu compañero de pupitre del colegio.
Casi no ha cambiado desde entonces,
sólo se ha dejado bigote,
bueno, a lo mejor también ha engordado un poco.
Entrarán. Brillará el oro de sus relojes (qué
gris es el día), el humo de sus cigarrillos
velará el cuarto con un olor a incienso.
Sólo falta la mirra en el conjunto – pensarás medio inconsciente
metiendo con el talón bajo el sofá un libro que no deberían encontrar –
qué es exactamente eso de la mirra,
habrá que mirar de una vez un día
de qué se trata. Venga usted
con nosotros. Irás
con ellos. Qué blanca es la nieve.
Qué negro es ese fiat.
Qué grande era este mundo.
diciembre 76
De Yo sé que esto es injusto en El poeta recuerda. Antología de la poesía testimonial y de oposición 1944-1984.
En 1984 publica en Londres, en polaco, la antología El poeta recuerda. Antología de la poesía testimonial y de oposición 1944-1984. Entre los poetas antologados se encuentra el propio Barańczak.
Los Reyes Magos
A Lech Dymarski
Seguramente vendrán después de Año Nuevo.
A primera hora de la mañana, como siempre.
Con los fórceps del timbre tirando de tu cabeza
entre las sábanas, aturdido como un bebé,
abrirás la puerta. Brillará
la estrella de su placa.
Tres. En uno de ellos reconocerás
con irreflexiva sorpresa (qué pequeño
es el mundo) a tu compañero de pupitre del colegio.
Casi no ha cambiado desde entonces,
sólo se ha dejado bigote,
bueno, a lo mejor también ha engordado un poco.
Entrarán. Brillará el oro de sus relojes (qué
gris es el día), el humo de sus cigarrillos
velará el cuarto con un olor a incienso.
Sólo falta la mirra en el conjunto – pensarás medio inconsciente
metiendo con el talón bajo el sofá un libro que no deberían encontrar –
qué es exactamente eso de la mirra,
habrá que mirar de una vez un día
de qué se trata. Venga usted
con nosotros. Irás
con ellos. Qué blanca es la nieve.
Qué negro es ese fiat.
Qué grande era este mundo.
diciembre 76
De Yo sé que esto es injusto en El poeta recuerda. Antología de la poesía testimonial y de oposición 1944-1984.
16 de diciembre de 2009
14 de diciembre de 2009
13 de diciembre de 2009
Agnieszka Mirahina (1985)
En este poema tanto el título como las dos palabras del mismo en el cuerpo del poema aparecen en español en el original.
Amigos desperados
por la noche amigos por la mañana desperados
el viento nos zarandea y unas manos de mujer
después resultará que sólo el viento
De Radiofantasma
Amigos desperados
por la noche amigos por la mañana desperados
el viento nos zarandea y unas manos de mujer
después resultará que sólo el viento
De Radiofantasma
11 de diciembre de 2009
Leszek Szaruga V
La utilización que Szaruga hace del término "epoka" en polaco, obligaría en español a optar por diferentes formas ("era", "edad", "época"), prefiero, sin embargo traicionar en parte el original convirtiendo lo que era "la era glacial" en "la época paleocénica" y "la edad de piedra" en "la época micénica", que romper la coherencia reiterativa de la palabra "epoka" a lo largo de todo el poema.
Una época más
Antes las épocas
se sucedían
a intervalos
decentes. Hoy
los intervalos entre las épocas
son indecentemente
cortos.
Las épocas de antes
duraban toda una eternidad.
Hoy
no saben
llegar hasta el final.
El ser humano
vive ahora
varias épocas.
Cada cierto tiempo
oigo o leo
que ha empezado una nueva
época. Las nuevas épocas
tienen ahora
nombres de políticos.
Antes
tenían nombres
más solemnes: la época
paleocénica, la época
micénica.
Me gustaría
leer "la época
de Różewicz", pero
eso no
le dirá
nada
a nadie.
De Elección vital (poemas 1968-1998)
Una época más
Antes las épocas
se sucedían
a intervalos
decentes. Hoy
los intervalos entre las épocas
son indecentemente
cortos.
Las épocas de antes
duraban toda una eternidad.
Hoy
no saben
llegar hasta el final.
El ser humano
vive ahora
varias épocas.
Cada cierto tiempo
oigo o leo
que ha empezado una nueva
época. Las nuevas épocas
tienen ahora
nombres de políticos.
Antes
tenían nombres
más solemnes: la época
paleocénica, la época
micénica.
Me gustaría
leer "la época
de Różewicz", pero
eso no
le dirá
nada
a nadie.
De Elección vital (poemas 1968-1998)
10 de diciembre de 2009
Leszek Szaruga IV
Hace un año colgaba en el blog algunos poemas de Leszek Szaruga. Un año más tarde regreso a este poeta de Cracovia afincado desde hace ya muchos años en Varsovia.
Poesía
Porque cuando ya hablas
en Aquella Lengua
en la que está prohibido
callar, callando
en Aquella Lengua dices
demasiadas cosas.
De Elección vital (poemas 1968-1998)*
*Véase el comentario a la traducción del título que hice en aquella ocasión
Poesía
Porque cuando ya hablas
en Aquella Lengua
en la que está prohibido
callar, callando
en Aquella Lengua dices
demasiadas cosas.
De Elección vital (poemas 1968-1998)*
*Véase el comentario a la traducción del título que hice en aquella ocasión
8 de diciembre de 2009
Leszek Engelking V
Has dejado tus huellas dactilares
en mi piel
en mi sangre
en esos alfileres de fuego que laten en mí
qué tonta
ahora será posible
identificarte
De Y otros poemas
en mi piel
en mi sangre
en esos alfileres de fuego que laten en mí
qué tonta
ahora será posible
identificarte
De Y otros poemas
7 de diciembre de 2009
6 de diciembre de 2009
Izabela Filipek (1974)
Tu cuerpo tiene
sabor a pan
que como
todos los días
a la misma
hora
pedazo a pedazo
bocado a bocado
lo saboreo
diferente
hasta que ahíta
ya en las orillas de la pasión
puedo mirar qué hay en otras
panaderías
De La noche de los poetas 2000-2002. Antología
sabor a pan
que como
todos los días
a la misma
hora
pedazo a pedazo
bocado a bocado
lo saboreo
diferente
hasta que ahíta
ya en las orillas de la pasión
puedo mirar qué hay en otras
panaderías
De La noche de los poetas 2000-2002. Antología
4 de diciembre de 2009
Andrzej Babaryko II
Un padre que te quiere
No tuvimos el uno para el otro ni
siquiera diez años. Un instante, algunas
imágenes salvadas en la memoria. Las grandes
manos de mi padre, qué seguridad. Su vientre
y su pecho por los que pasean
los pies desnudos de un niño. A lo largo y a lo ancho, y
una vez más. Tropiezas, caes, con
confianza, porque tu padre está pendiente de ti. No tuvimos
el uno para el otro ni siquiera diez años.
Queda,
siempre ahí, una pregunta
recurrente - ¿Y si estuvieras
vivo?
De La línea del horizonte
No tuvimos el uno para el otro ni
siquiera diez años. Un instante, algunas
imágenes salvadas en la memoria. Las grandes
manos de mi padre, qué seguridad. Su vientre
y su pecho por los que pasean
los pies desnudos de un niño. A lo largo y a lo ancho, y
una vez más. Tropiezas, caes, con
confianza, porque tu padre está pendiente de ti. No tuvimos
el uno para el otro ni siquiera diez años.
Queda,
siempre ahí, una pregunta
recurrente - ¿Y si estuvieras
vivo?
De La línea del horizonte
2 de diciembre de 2009
Andrzej Babaryko (1952-2006)
Antes de la operación
Estás tumbado con el camisón de hospital, que apenas
cubre lo íntimo y previamente
afeitado a la carrera. La cama
viaja hasta arriba del todo, porque siempre queda más cerca
del cielo. En un momento te quedarás dormido
para siempre o simplemente te hundirás en un no ser
de algunas horas. El cirujano
destapa tu vientre como un mecánico levanta el capó
de un coche. De repente
una cálida ala toca tu piel - justo ahí
cerca del corazón. Es un ángel. A los pies sonríe el padre Pío, y a la derecha
el rostro aceitunado, concentrado de papá. Han abierto,
a saber por qué, una especie de triángulo
equilátero. Ves todavía la barbilla
de un desconocido y te adentras
en la nada. Te arranca de ella un dolor
ensordecedor y la cama a todo correr hacia abajo.
¿Adónde?
De La línea del horizonte
Estás tumbado con el camisón de hospital, que apenas
cubre lo íntimo y previamente
afeitado a la carrera. La cama
viaja hasta arriba del todo, porque siempre queda más cerca
del cielo. En un momento te quedarás dormido
para siempre o simplemente te hundirás en un no ser
de algunas horas. El cirujano
destapa tu vientre como un mecánico levanta el capó
de un coche. De repente
una cálida ala toca tu piel - justo ahí
cerca del corazón. Es un ángel. A los pies sonríe el padre Pío, y a la derecha
el rostro aceitunado, concentrado de papá. Han abierto,
a saber por qué, una especie de triángulo
equilátero. Ves todavía la barbilla
de un desconocido y te adentras
en la nada. Te arranca de ella un dolor
ensordecedor y la cama a todo correr hacia abajo.
¿Adónde?
De La línea del horizonte
1 de diciembre de 2009
Piotr Sommer VIII
Amnesia
He olvidado ese otro mundo.
Me despierto con la boca cerrada,
lavo la fruta con la boca cerrada,
la llevó a la habitación con una sonrisa.
No sé por qué recuerdo el aceite de ricino,
todos esos años de tortura, la cuña del cerrojo del sótano en el suelo,
la voz autosuficiente de la abuela.
Pero ese no es otro mundo.
Y de nuevo estoy sentado a la mesa con la boca cerrada
y tú me traes unas deliciosas ciruelas a punto de reventar
y digo repitiendo las palabras de otro a quien también he olvidado:
no hay otro mundo.
De Factor lírico
He olvidado ese otro mundo.
Me despierto con la boca cerrada,
lavo la fruta con la boca cerrada,
la llevó a la habitación con una sonrisa.
No sé por qué recuerdo el aceite de ricino,
todos esos años de tortura, la cuña del cerrojo del sótano en el suelo,
la voz autosuficiente de la abuela.
Pero ese no es otro mundo.
Y de nuevo estoy sentado a la mesa con la boca cerrada
y tú me traes unas deliciosas ciruelas a punto de reventar
y digo repitiendo las palabras de otro a quien también he olvidado:
no hay otro mundo.
De Factor lírico
30 de noviembre de 2009
Rafał Podraza II
a partir de voy a vivir de otra forma.
se acabó eso de ser un chico bueno.
es hora de cambiar.
esta competición de ratas de la vida moderna ya ha empezado
ha llegado el momento de sumarse a ella...
... no hay que olvidar que hubo una época en la que
hacía los cien metros en 11,3.
De mi intimidad
se acabó eso de ser un chico bueno.
es hora de cambiar.
esta competición de ratas de la vida moderna ya ha empezado
ha llegado el momento de sumarse a ella...
... no hay que olvidar que hubo una época en la que
hacía los cien metros en 11,3.
De mi intimidad
29 de noviembre de 2009
Rafał Podraza (1975)
al otro lado de la ventana la noche.
yo solo.
al otro lado de la ventana el día.
yo solo.
así que cuento los segundos. cuento los minutos. las horas.
nada.
así que cuento los días. las semanas. los meses.
cuento los años -
nada.
al otro lado de la ventana la noche.
una más.
al otro lado de la ventana el día.
uno más.
he dejado de contar con nada.
De mi intimidad
yo solo.
al otro lado de la ventana el día.
yo solo.
así que cuento los segundos. cuento los minutos. las horas.
nada.
así que cuento los días. las semanas. los meses.
cuento los años -
nada.
al otro lado de la ventana la noche.
una más.
al otro lado de la ventana el día.
uno más.
he dejado de contar con nada.
De mi intimidad
28 de noviembre de 2009
Piotr Sommer VIII
Nuevos días
¡No hay futuro, no ha habido
pasado! Ahora sólo hay:
diversidad y presente.
Viva la diversidad
del pasado, es decir
de aquello que no ha sido
porque no es. ¡Sólo estoy yo!
De En la tierra por la mañana
¡No hay futuro, no ha habido
pasado! Ahora sólo hay:
diversidad y presente.
Viva la diversidad
del pasado, es decir
de aquello que no ha sido
porque no es. ¡Sólo estoy yo!
De En la tierra por la mañana
27 de noviembre de 2009
Jacek Dehnel (1980)
Incluso si subiera al tren y atravesara ahora
las negras ciudades de la noche, y te tuviera agarrada de la mano,
levemente, de todas formas morirías en otra parte:
en una pequeña y vacía celda, en el cuerpo. Todas las palabras,
el lenguaje cuidado, se van, se desprenden. Queda
algo pequeño, seco. ¿Un hueso? ¿Un tallo? ¿Una piedra?
Varsovia, 19 I 2009
De Carta de ajuste
las negras ciudades de la noche, y te tuviera agarrada de la mano,
levemente, de todas formas morirías en otra parte:
en una pequeña y vacía celda, en el cuerpo. Todas las palabras,
el lenguaje cuidado, se van, se desprenden. Queda
algo pequeño, seco. ¿Un hueso? ¿Un tallo? ¿Una piedra?
Varsovia, 19 I 2009
De Carta de ajuste
26 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki XIII
En la entrada anterior repetía con ligeras variaciones el poema de Ryszard Krynicki con el que abría la serie de poemas de este autor el día 6 de marzo.
Con el que cuelgo ahora cierro de momento la presentación de poemas de este autor.
Para no herir a nadie
No por vergüenza,
sino para no herir a nadie
oculto en ocasiones mis miserias. A veces
hacemos lo mismo con la verdad.
De No mucho más
Con el que cuelgo ahora cierro de momento la presentación de poemas de este autor.
Para no herir a nadie
No por vergüenza,
sino para no herir a nadie
oculto en ocasiones mis miserias. A veces
hacemos lo mismo con la verdad.
De No mucho más
Ryszard Krynicki XII
Has llegado muy arriba
¡Has llegado muy arriba, mi pequeño caracol,
hasta la hoja más alta del saúco!
Pero recuerda: ya estamos a finales de septiembre.
Berlín occidental, septiembre de 1979
De No mucho más
¡Has llegado muy arriba, mi pequeño caracol,
hasta la hoja más alta del saúco!
Pero recuerda: ya estamos a finales de septiembre.
Berlín occidental, septiembre de 1979
De No mucho más
25 de noviembre de 2009
24 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki XI
Esta tarde he estado hablando con María y Fernando, dos amigos, sobre la memoria. Creo que sería más acertado decir "sobre la falta de memoria". La mía. Que no la de ellos. Regreso a casa y me encuentro con este poema de Krynicki.
Creía que estaba ejercitando la memoria
y es ella la que hace conmigo
lo que quiere.
De Poemas, voces
Creía que estaba ejercitando la memoria
y es ella la que hace conmigo
lo que quiere.
De Poemas, voces
22 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki X
Las celebraciones de la caída del muro de Berlín, me llevan a un poema de Krynicki publicado en Poco más, poemario que ve la luz en 1981.
Realismo
El espíritu de la paloma de la paz
con una bandera blanca en el pico
sobrevuela el muro de Berlín:
un francotirador
lo mantiene en el punto de mira.
De Poco más
Realismo
El espíritu de la paloma de la paz
con una bandera blanca en el pico
sobrevuela el muro de Berlín:
un francotirador
lo mantiene en el punto de mira.
De Poco más
Ryszard Krynicki IX
Siglo
El siglo del progreso ha liberado demonios
que en la Edad Media
ni siquiera se habían soñado.
De Poemas, voces
El siglo del progreso ha liberado demonios
que en la Edad Media
ni siquiera se habían soñado.
De Poemas, voces
21 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki VIII
Hace apenas un mes la editorial a5 publicaba en un solo volumen -bajo el título Poemas escogidos- gran parte de la obra poética de Ryszard Krynicki. Aprovecho para hundirme nuevamente en el pensamiento del gran poeta polaco.
Hay que ser
Hay que ser libre
para aprender
de los propios errores.
De Poemas, voces (1987)
Hay que ser
Hay que ser libre
para aprender
de los propios errores.
De Poemas, voces (1987)
20 de noviembre de 2009
Jerzy Jarniewicz III
Sábana blanca
soy para que otros sean
llevo en mí
a aquellos que me odiarán
y a aquellos para los que seré santa
en mis vísceras
la alquimia
se convierte en cotidianeidad
aunque soy la vida
será la sangre
quien sea testimonio
de mi inocencia
De Hay cosas que no existen
soy para que otros sean
llevo en mí
a aquellos que me odiarán
y a aquellos para los que seré santa
en mis vísceras
la alquimia
se convierte en cotidianeidad
aunque soy la vida
será la sangre
quien sea testimonio
de mi inocencia
De Hay cosas que no existen
19 de noviembre de 2009
Jerzy Jarniewicz II
Soy consciente de que el "sznur" del título origina del poema podría ser traducido como "cuerda", que a fin de cuentas es de lo que colgaba la llave de aquellos que la llevaban al cuello para no perderla, pero opto por "soga" en la lectura que hago del poema. Tampoco es un "error" por confusión el título del libro, que responde al polaco "dowód z tożsamości".
Soga
la infancia
la llave del piso
colgada al cuello
como una piedra
desgajada de la roca
sobre la que se edificó el hogar
De Documento de la identidad
Soga
la infancia
la llave del piso
colgada al cuello
como una piedra
desgajada de la roca
sobre la que se edificó el hogar
De Documento de la identidad
18 de noviembre de 2009
15 de noviembre de 2009
Julia Fiedorczuk (1975)
Dedicatoria
Este poema es para ti, querido lector.
Habla de una araña, de sentimientos, y de aquello
inexpresable.
No hay una araña allí donde te escribo.
Tengo una araña en la cabeza, hilos de telaraña
suaves como el moho.
O valiosos como una soga de brillantes perlas
al amanecer. Estoy pensando
en ese tiempo oculto en el que se está desnudo y mojado
como la tierra.
Cuando un Buda cariñoso sale de los jazmines,
chiquillo tatuado,
telaraña de arrugas en el rostro de una anciana
que sonríe: ese tiempo, nuestro sueño compartido
tejido de palabras. ¡Perdón! Me
ha salido así. Los cariños son comp-
lejos. Porque se quiere a las personas y a los árboles,
esta piedra, seguro que existía,
ahora te la doy,
sostenla.
De Oxígeno
Este poema es para ti, querido lector.
Habla de una araña, de sentimientos, y de aquello
inexpresable.
No hay una araña allí donde te escribo.
Tengo una araña en la cabeza, hilos de telaraña
suaves como el moho.
O valiosos como una soga de brillantes perlas
al amanecer. Estoy pensando
en ese tiempo oculto en el que se está desnudo y mojado
como la tierra.
Cuando un Buda cariñoso sale de los jazmines,
chiquillo tatuado,
telaraña de arrugas en el rostro de una anciana
que sonríe: ese tiempo, nuestro sueño compartido
tejido de palabras. ¡Perdón! Me
ha salido así. Los cariños son comp-
lejos. Porque se quiere a las personas y a los árboles,
esta piedra, seguro que existía,
ahora te la doy,
sostenla.
De Oxígeno
14 de noviembre de 2009
Michał Kędzierski II
Anochecer
Hojas de los castaños en la hierba
Como manchas de óxido. Casi
Noviembre. Mira:
Desde la ventana del tranvía
Pasa como en el cine - cuadro
Tras cuadro una película en la que en breve
Caerá la noche - un gran silencio en el rodaje.
De Un gato en el hipermercado
Hojas de los castaños en la hierba
Como manchas de óxido. Casi
Noviembre. Mira:
Desde la ventana del tranvía
Pasa como en el cine - cuadro
Tras cuadro una película en la que en breve
Caerá la noche - un gran silencio en el rodaje.
De Un gato en el hipermercado
13 de noviembre de 2009
Michał Kędzierski (1975)
entre la nieve
mece el viento cenizas
mueren las llamas
De Un gato en el hipermercado
mece el viento cenizas
mueren las llamas
De Un gato en el hipermercado
12 de noviembre de 2009
Mariusz Grzebalski IV
Me siento un poco
como si este libro lo hubiera escrito mi
hermano menor. Le tengo cariño a ese hermano.
Éstas son las palabras que encuentro en la contraportada del poemario Negativo y decido seguir traduciendo algunos poemas más de Mariusz Grzebalski.
Pregunta retórica
Se fueron yendo cansados: la mujer pelirroja,
los gitanos-guitarristas, el cartero
de los recuerdos de infancia,
los viejos vistos en la parte alta de las montañas,
en algún lugar de los Tatras, y los dos niños
que embelesados con el círculo del agua
intentaban capturarlo en la palma de la mano.
¿A la búsqueda de nuevas fuentes, de nuevos tiempos?
De Negativo
como si este libro lo hubiera escrito mi
hermano menor. Le tengo cariño a ese hermano.
Éstas son las palabras que encuentro en la contraportada del poemario Negativo y decido seguir traduciendo algunos poemas más de Mariusz Grzebalski.
Pregunta retórica
Se fueron yendo cansados: la mujer pelirroja,
los gitanos-guitarristas, el cartero
de los recuerdos de infancia,
los viejos vistos en la parte alta de las montañas,
en algún lugar de los Tatras, y los dos niños
que embelesados con el círculo del agua
intentaban capturarlo en la palma de la mano.
¿A la búsqueda de nuevas fuentes, de nuevos tiempos?
De Negativo
11 de noviembre de 2009
Hoy hace un año
Hoy hace un año que abrí este blog. 365 días dan para pararse a pensar muchas veces si seguir o no seguir y no he sido una excepción (en ocasiones he torturado a Xavier Farré con esas dudas, él que ya hace más de dos años que lleva su blog, http://xavierfarreabcd.blogspot.com, siempre ha estado ahí dando ánimos). Hace un tiempo, el 19 de septiembre, empecé a colgar también fotografías, siguiendo el consejo entre otras personas de Fernando Valls (si alguien no conoce su magnífico blog, no sabe lo que se pierde:http://nalocos.blogspot.com), que desde el principio me recomendó que introdujera imágenes en el blog.
Hoy, y de momento sin ninguna intención de seguir en esa línea, cuelgo uno de mis poemas, recogido en el libro Em voz baixa/En voz baja, publicado en Portugal hace algo más de un mes en la editorial Qual Albatroz. Si alguien tiene curiosidad ahí va una página en la que se presenta el libro: www.emvozbaixa.qualalbatroz.pt) (para ver la presentación hay que ir "clicando" en los distintos campos: los nombres, los pájaros, etc.)
Colecciono cajas de latón, de madera,
de piedra, de laca china, de bambú,
de hojas de palmera, de papel maché,
de cartón, de tela, de plástico.
Las lleno de cosas. De entradas de teatro, de cine,
de tarjetas de restaurantes, de billetes de metro,
de publicidad, de notas ilegibles que yo mismo escribí,
de números de móvil –sin nombre,
como no podía ser de otra manera-,
de teléfonos, direcciones,
códigos secretos de un desconocido
que tiene mi letra y usa mi misma pluma
de tinta marrón,
de clips, chinchetas, post its, facturas de taxi,
tarjetas de parking, marcapáginas
que nunca han visto un libro y que no lo verán,
de piedras con formas curiosas,
de trozos de madera, de hojas secas,
de flores también secas,
de monedas, de billetes de curso legal
de países en los que he estado
y en los que no he estado,
y de todo lo que creo que forma parte de mí
de alguna manera
por incomprensible e inexplicable
que pueda resultar a los demás.
Al principio
las cajas tienen un lugar privilegiado
encima de las mesas, de las estanterías,
de los muebles,
pero poco a poco se van retirando de mi vista
y con ellas esa memoria de mi vida
que queda recogida en su interior.
Con el tiempo cuando tropiezo
con una de ellas por azar
me sorprende encontrar
en su interior
las huellas de alguien que fui.
En esas ocasiones
no puedo dejar de pensar
que es una gran suerte
que nunca hayas cabido
en ninguna de mis cajas.
De Em voz baixa/En voz baja
Hoy, y de momento sin ninguna intención de seguir en esa línea, cuelgo uno de mis poemas, recogido en el libro Em voz baixa/En voz baja, publicado en Portugal hace algo más de un mes en la editorial Qual Albatroz. Si alguien tiene curiosidad ahí va una página en la que se presenta el libro: www.emvozbaixa.qualalbatroz.pt) (para ver la presentación hay que ir "clicando" en los distintos campos: los nombres, los pájaros, etc.)
Colecciono cajas de latón, de madera,
de piedra, de laca china, de bambú,
de hojas de palmera, de papel maché,
de cartón, de tela, de plástico.
Las lleno de cosas. De entradas de teatro, de cine,
de tarjetas de restaurantes, de billetes de metro,
de publicidad, de notas ilegibles que yo mismo escribí,
de números de móvil –sin nombre,
como no podía ser de otra manera-,
de teléfonos, direcciones,
códigos secretos de un desconocido
que tiene mi letra y usa mi misma pluma
de tinta marrón,
de clips, chinchetas, post its, facturas de taxi,
tarjetas de parking, marcapáginas
que nunca han visto un libro y que no lo verán,
de piedras con formas curiosas,
de trozos de madera, de hojas secas,
de flores también secas,
de monedas, de billetes de curso legal
de países en los que he estado
y en los que no he estado,
y de todo lo que creo que forma parte de mí
de alguna manera
por incomprensible e inexplicable
que pueda resultar a los demás.
Al principio
las cajas tienen un lugar privilegiado
encima de las mesas, de las estanterías,
de los muebles,
pero poco a poco se van retirando de mi vista
y con ellas esa memoria de mi vida
que queda recogida en su interior.
Con el tiempo cuando tropiezo
con una de ellas por azar
me sorprende encontrar
en su interior
las huellas de alguien que fui.
En esas ocasiones
no puedo dejar de pensar
que es una gran suerte
que nunca hayas cabido
en ninguna de mis cajas.
De Em voz baixa/En voz baja
10 de noviembre de 2009
Rafał Witek (1971)
Estudio de interior
en un poblacho de mala muerte, en un edificio junto a las vías
sobre el televisor, junto a otras, hay una fotografía mía
de cuando todavía bebé palpaba por la mano
al ángel de la guarda, y sólo por la mano.
los muebles siguen estando en el mismo sitio
y se mece el sillón con el asiento de mimbre,
del que se levantó Alguien para poner un té -
y desde que se levantó, ya no lo he vuelto a ver nunca.
De Autorretrato con signo de interrogación
en un poblacho de mala muerte, en un edificio junto a las vías
sobre el televisor, junto a otras, hay una fotografía mía
de cuando todavía bebé palpaba por la mano
al ángel de la guarda, y sólo por la mano.
los muebles siguen estando en el mismo sitio
y se mece el sillón con el asiento de mimbre,
del que se levantó Alguien para poner un té -
y desde que se levantó, ya no lo he vuelto a ver nunca.
De Autorretrato con signo de interrogación
9 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki VII
De verdad
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
Tomo copas
que tú
no te permites, porque
ahorras
para unas lujosas vacaciones.
en el extranjero.
Una araña se pasea
por mis emociones,
una mariposa
toma asiento en mi canapé.
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
De Bajos instintos
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
Tomo copas
que tú
no te permites, porque
ahorras
para unas lujosas vacaciones.
en el extranjero.
Una araña se pasea
por mis emociones,
una mariposa
toma asiento en mi canapé.
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
De Bajos instintos
8 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki VI
Si
Si no sabes qué está sucediendo aquí,
si ya no estás seguro de nada,
si no tienes un punto de apoyo,
al menos nombra.
Las dos torres
que ves desde la ventana:
Godzilla
y Hedorah.
De Bajos instintos
Si no sabes qué está sucediendo aquí,
si ya no estás seguro de nada,
si no tienes un punto de apoyo,
al menos nombra.
Las dos torres
que ves desde la ventana:
Godzilla
y Hedorah.
De Bajos instintos
7 de noviembre de 2009
6 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki V
Un ángel peculiar
Creía que se trataba de la muerte, pero
no se trataba de la muerte, seguro que no, era
probablemente una antigua novia
de uno de mis antiguos amigos.
O si no, una antigua camarera de algún
antiguo local, aunque no estoy seguro,
me la encuentro a veces en la ciudad,
entre la multitud, el calor sofocante, me mira y
sé quién es, casi, lo tengo en la punta de la lengua,
mi lengua no tiene fin. Ella me mira
atentamente, sin ningún sentimiento, no se trata de la muerte,
es otra cosa, hoy no ha mirado.
De Bajos instintos
Creía que se trataba de la muerte, pero
no se trataba de la muerte, seguro que no, era
probablemente una antigua novia
de uno de mis antiguos amigos.
O si no, una antigua camarera de algún
antiguo local, aunque no estoy seguro,
me la encuentro a veces en la ciudad,
entre la multitud, el calor sofocante, me mira y
sé quién es, casi, lo tengo en la punta de la lengua,
mi lengua no tiene fin. Ella me mira
atentamente, sin ningún sentimiento, no se trata de la muerte,
es otra cosa, hoy no ha mirado.
De Bajos instintos
5 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki IV
Estos días se celebra la Feria del Libro de Cracovia. Alrededor de la Feria, dentro y fuera de ella, en las librerías de la ciudad, en el marco del Festival Internacional Joseph Conrad, que también se celebra estos días, varios son los autores, polacos y extranjeros, que presentan sus obras y que se encuentran con su público. Marcin Świetlicki, autor referencial en la poesía polaca de la última parte del siglo pasado, es uno de los autores que hoy mismo acaba de presentar su último libro: una novela policíaca escrita a seis manos (Orchidea (Orquídea), escrita junto a Irek Grin y Gaja Grzegorzewska). Pero no es el único libro que acaba de publicar Świetlicki. La Editorial EMG recoge obra poética escrita entre 2006 y 2009 bajo el título de Bajos instintos.
Minimalismo
Me despierto por el insomnio, espero una tormenta.
¡Dios, por favor, una tormenta! ¡Que resalte todas
las siluetas! ¡Que resplandezca,
aunque luego se haga la negrura, muera!
¡Por un solo resplandor,
Dios, por favor, una tormenta, por una sola explosión!
He sido paciente, he soportado muchas
sofocantes y turbias horas.
Un solo segundo limpio, por favor.
De Bajos instintos
Minimalismo
Me despierto por el insomnio, espero una tormenta.
¡Dios, por favor, una tormenta! ¡Que resalte todas
las siluetas! ¡Que resplandezca,
aunque luego se haga la negrura, muera!
¡Por un solo resplandor,
Dios, por favor, una tormenta, por una sola explosión!
He sido paciente, he soportado muchas
sofocantes y turbias horas.
Un solo segundo limpio, por favor.
De Bajos instintos
4 de noviembre de 2009
Jan Polkowski II
Deseo
Declina el día. En el jardín quiebra los helados
brotes de la deucia y mi mujer los arroja al fuego.
Un sol bajo atraviesa un humo ácido y espera
hasta que yo lo cuente todo.
La tierra abraza el fuego y fluye por el cosmos.
Se congelan y se secan los mares, los bosques se tranforman
en ámbar y carbón. Fríos rostros de ónix y cuarzo
se aprestan a dormir.
Se entrelazan: un aire salado, una áspera escarcha
y unas manos fríos.
La parte púrpura de la luz se enciende
y se apaga.
Un mirlo se oye desde otro mundo.
Ya nada. (No te gires).
De Cantus
Declina el día. En el jardín quiebra los helados
brotes de la deucia y mi mujer los arroja al fuego.
Un sol bajo atraviesa un humo ácido y espera
hasta que yo lo cuente todo.
La tierra abraza el fuego y fluye por el cosmos.
Se congelan y se secan los mares, los bosques se tranforman
en ámbar y carbón. Fríos rostros de ónix y cuarzo
se aprestan a dormir.
Se entrelazan: un aire salado, una áspera escarcha
y unas manos fríos.
La parte púrpura de la luz se enciende
y se apaga.
Un mirlo se oye desde otro mundo.
Ya nada. (No te gires).
De Cantus
3 de noviembre de 2009
Jan Polkowski (1953)
Tras haber publicado seis poemarios en la década de los 80 (el primero en 1980 y el último en 1990), ha habido que espera 19 años para ver el siguiente libro de poemas, Cantus, que acaba de aparecer en la editorial a5 de Cracovia con el número 65 de la colección dirigida por el gran poeta polaco Ryszard Krynycki.
Voz
Desde detrás de la ola del sueño llega hasta mí la voz de mi madre.
Dudo un instante: ¿huir en el sueño o enfrentarme al mundo
y escuchar ese susurro de conversación, cuyo significado
ni puedo, ni quiero entender?
No sé quién soy, cuánto años tengo, si existe el futuro,
oscuridad y promesa, principio y premio.
No estoy seguro de estar vivo,
soy feliz.
De Cantus
Voz
Desde detrás de la ola del sueño llega hasta mí la voz de mi madre.
Dudo un instante: ¿huir en el sueño o enfrentarme al mundo
y escuchar ese susurro de conversación, cuyo significado
ni puedo, ni quiero entender?
No sé quién soy, cuánto años tengo, si existe el futuro,
oscuridad y promesa, principio y premio.
No estoy seguro de estar vivo,
soy feliz.
De Cantus
2 de noviembre de 2009
Janusz Szuber VI
Tras una velada literaria
Se acercó. ¿Si la reconozco? No. Para nada. Cero.
Dice su apellido. Ay, es el de casada. Se disculpa.
Dice el de soltera.
Sí, algo más sí me dice. Pero sin "Dios mío".
Y entonces ella directamente, parece que fue ayer
y hace ya cuarenta años, que lo lamenta. Mucho.
Y siempre lo ha lamentado. Entonces pudo suceder.
Ya sabes. No sé. ¿Qué pudo? Suceder.
Hace tiempo que no lo lamento. Entonces - seguro que sí.
¿Citar? ¿Quién era? Y ahora aquí
ante aquel allí un frío cortante.
¿De qué frío habla? No, nada. Ahora ya nada. Así de simple.
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
Se acercó. ¿Si la reconozco? No. Para nada. Cero.
Dice su apellido. Ay, es el de casada. Se disculpa.
Dice el de soltera.
Sí, algo más sí me dice. Pero sin "Dios mío".
Y entonces ella directamente, parece que fue ayer
y hace ya cuarenta años, que lo lamenta. Mucho.
Y siempre lo ha lamentado. Entonces pudo suceder.
Ya sabes. No sé. ¿Qué pudo? Suceder.
Hace tiempo que no lo lamento. Entonces - seguro que sí.
¿Citar? ¿Quién era? Y ahora aquí
ante aquel allí un frío cortante.
¿De qué frío habla? No, nada. Ahora ya nada. Así de simple.
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
1 de noviembre de 2009
Janusz Szuber V
No cuelgues
¿Cómo decírtelo?
Tu padre se pasó toda la noche corriendo detrás de esa inglesa,
Y ella detrás de él. No como tú, asceta.
Siempre le gustaron las mujeres, y él a ellas.
No cuelgues el teléfono. Yo entiendo de esas cosas,
Después de todo es mi hermano menor.
Porque soñé con Zbyszek y se pasó toda la noche
Corriendo detrás de esa inglesa y ella detrás de él.
Un hijo tiene que saber esas cosas.
Así es, una mujer de noventa y tres años.
Por eso no cuelgues el teléfono.
Toda la noche. Al teléfono. ¡No cuelgues!
¿Cómo decírtelo? Dejo de ser. Yo.
¿Entonces, quién? ¿Soy? Dime, ¿soy?
Al teléfono. Después de todo es mi hermano.
¿Verdad? ¡Di que sí! No cuelgues...
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
¿Cómo decírtelo?
Tu padre se pasó toda la noche corriendo detrás de esa inglesa,
Y ella detrás de él. No como tú, asceta.
Siempre le gustaron las mujeres, y él a ellas.
No cuelgues el teléfono. Yo entiendo de esas cosas,
Después de todo es mi hermano menor.
Porque soñé con Zbyszek y se pasó toda la noche
Corriendo detrás de esa inglesa y ella detrás de él.
Un hijo tiene que saber esas cosas.
Así es, una mujer de noventa y tres años.
Por eso no cuelgues el teléfono.
Toda la noche. Al teléfono. ¡No cuelgues!
¿Cómo decírtelo? Dejo de ser. Yo.
¿Entonces, quién? ¿Soy? Dime, ¿soy?
Al teléfono. Después de todo es mi hermano.
¿Verdad? ¡Di que sí! No cuelgues...
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
31 de octubre de 2009
Janusz Szuber IV
60
Dentro de no mucho cumpliré sesenta años,
pero el tema de este poema no es ése.
Es la aflicción que hasta el fin de sus días
causé a mis padres.
Y que los poemas no redimirán mi culpa.
Murieron, uno tras otro, con cinco años de diferencia.
Igual que al principio de su matrimonio
murieron sus hijos, cuyos nombres
casi nunca pronunciaban,
y si lo hacían, no sin cierto malestar.
Les causé un horrible suplicio con mi enfermedad
y después con mi parálisis: las leves mejoras,
las desesperantes recaídas, la degradación de un cuerpo-
concebido un día por ellos-
de un hombre aún joven.
Ese mutuo juego de apariencias, porque queríamos
que las cosas fueran bien. Imperdonable todo aquello,
aunque poco podía yo hacer.
Sólo el barón de Münchhausen era capaz
de salvarse tirándose de los pelos para no ahogarse.
Empecé a publicar, abandoné el silencio,
cuando ellos habitaron el mismo espacio que Jacek, Andrzej,
Maria, Teodozja, Sabina y Maurycy.
Cuido su helecho, que recogimos en Liszna.
Querían sentirse orgullosos de mí. Fueron testigos del desastre.
Julio 2006
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
Dentro de no mucho cumpliré sesenta años,
pero el tema de este poema no es ése.
Es la aflicción que hasta el fin de sus días
causé a mis padres.
Y que los poemas no redimirán mi culpa.
Murieron, uno tras otro, con cinco años de diferencia.
Igual que al principio de su matrimonio
murieron sus hijos, cuyos nombres
casi nunca pronunciaban,
y si lo hacían, no sin cierto malestar.
Les causé un horrible suplicio con mi enfermedad
y después con mi parálisis: las leves mejoras,
las desesperantes recaídas, la degradación de un cuerpo-
concebido un día por ellos-
de un hombre aún joven.
Ese mutuo juego de apariencias, porque queríamos
que las cosas fueran bien. Imperdonable todo aquello,
aunque poco podía yo hacer.
Sólo el barón de Münchhausen era capaz
de salvarse tirándose de los pelos para no ahogarse.
Empecé a publicar, abandoné el silencio,
cuando ellos habitaron el mismo espacio que Jacek, Andrzej,
Maria, Teodozja, Sabina y Maurycy.
Cuido su helecho, que recogimos en Liszna.
Querían sentirse orgullosos de mí. Fueron testigos del desastre.
Julio 2006
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
29 de octubre de 2009
Jerzy Jarniewicz (1958)
El fetiche
Tu sudor, amor mío, es tan embriagador
que lo bebería de tus caderas,
pero dentro de nada irrumpirán aquí, tirarán abajo la puerta,
esos tíos con sus pasamontañas negros,
sus botas tipo Magnum pesadas como un revólver Nagant.
Antes de que me echen al suelo boca abajo,
se pongan sobre mí a horcajadas, me claven la rodilla en los riñones,
apaga la luz, ponme en la cabeza
tus medias rojas,
dibújame en la barriga una cruz
con tu pintalabios. Un círculo y una cruz.
Encadéname a la cama,
ata mis tobillos con correas
antes de que entren aquí,
antes de que se presenten con una inicial vacía,
esos tipos con su obsceno tatuaje en el hombro,
sus esposas brillantes como pulseras de plata,
antes de que rompan el recuerdo de tu primera comunión,
destrocen el frasco de calvin klein
y hagan pedazos esa figura africana comprada en Koszykowa:
un hombre de madera
que todo lo puede.
De Maquillaje
Tu sudor, amor mío, es tan embriagador
que lo bebería de tus caderas,
pero dentro de nada irrumpirán aquí, tirarán abajo la puerta,
esos tíos con sus pasamontañas negros,
sus botas tipo Magnum pesadas como un revólver Nagant.
Antes de que me echen al suelo boca abajo,
se pongan sobre mí a horcajadas, me claven la rodilla en los riñones,
apaga la luz, ponme en la cabeza
tus medias rojas,
dibújame en la barriga una cruz
con tu pintalabios. Un círculo y una cruz.
Encadéname a la cama,
ata mis tobillos con correas
antes de que entren aquí,
antes de que se presenten con una inicial vacía,
esos tipos con su obsceno tatuaje en el hombro,
sus esposas brillantes como pulseras de plata,
antes de que rompan el recuerdo de tu primera comunión,
destrocen el frasco de calvin klein
y hagan pedazos esa figura africana comprada en Koszykowa:
un hombre de madera
que todo lo puede.
De Maquillaje
25 de octubre de 2009
Grzegorz Wróblewski XI
Grzegor Wróblewski acaba de mandarme su último poemario -El Señor del Año, la Hierba y las Turquesas-y casualmente está publicado en una de esas pequeñas editoriales que comentaba en la última entrada -de texto- de este blog. En este caso se trata de una editorial de Katowice -FA-art-, que si he de ser sincero desconocía hasta hace apenas tres días, que es cuando recibí el libro.
Anoche estuve en una lectura de poesía, de las que el Instituto del Libro polaco ha organizado en el marco del Festival Czeslaw Milosz, en la que participaban Derek Walcott ("virtualmente", ya que se trataba de una grabación hecha expresamente para la ocasión), Adam Zagajewski, Christopher Reid y el coreano Ko Un. En uno de los poemas de Ko Un las pagodas jugaban un importante papel paa ilustrar las cosas que existen y las cosas que no existen. Por esos azares que tiene la memoria, me vino a la mente un poema del último libro de Grzegorz Wróblewski que lleva precisamente por título el de La Gran Pagoda.
La Gran Pagoda
I. J. estaba convencido de que la vida llegaba a su fin.
- Aquí no descubrirás nada, vuelve con tus
hijas - dijo Izumi
- Explícame por qué todo esto continuará
existiendo sin mí - le preguntó entonces I. J.
-Porque sigues viendo el sol - respondió Izumi
y le quitó de la cabeza el sombrero de paja.
De El Señor del Año, la Hierba y las Turquesas
Anoche estuve en una lectura de poesía, de las que el Instituto del Libro polaco ha organizado en el marco del Festival Czeslaw Milosz, en la que participaban Derek Walcott ("virtualmente", ya que se trataba de una grabación hecha expresamente para la ocasión), Adam Zagajewski, Christopher Reid y el coreano Ko Un. En uno de los poemas de Ko Un las pagodas jugaban un importante papel paa ilustrar las cosas que existen y las cosas que no existen. Por esos azares que tiene la memoria, me vino a la mente un poema del último libro de Grzegorz Wróblewski que lleva precisamente por título el de La Gran Pagoda.
La Gran Pagoda
I. J. estaba convencido de que la vida llegaba a su fin.
- Aquí no descubrirás nada, vuelve con tus
hijas - dijo Izumi
- Explícame por qué todo esto continuará
existiendo sin mí - le preguntó entonces I. J.
-Porque sigues viendo el sol - respondió Izumi
y le quitó de la cabeza el sombrero de paja.
De El Señor del Año, la Hierba y las Turquesas
24 de octubre de 2009
23 de octubre de 2009
Maciej Robert (1977)
A veces entre las tres o cuatro editoriales de poesía que dominan el noventa por ciento del panorama editorial polaco se filtra alguna otra que llama la atención. Suele tratarse de editoriales de carácter algo local, con una limitada y difícil distribución que se limita a una ciudad y poco más. Como últimamente he hablado varias veces con Pepo Paz, editor de Bartleby Editores que intenta desde hace más de diez años abrirse un lugar en el mapa poético español y al que le está costando lo suyo a pesar de tener ya un catálogo de títulos nada despreciable, estoy especialmente sensibilizado. Por ello, cuando Piotr Majorski, de la Librería Bona de Cracovia, me saca -como en los viejos tiempos de este país- de debajo del mostrador unos libros de la editorial Kwadratura de Lódz, no dudo en hacerme con ellos -por eso y porque sigo teniendo una especial simpatía por esa ciudad, en la que pasé mis primeros dos años aquí en Polonia muy al principio de los años 80-. Uno de los autores es Maciej Robert.
Décadas
Después de la merienda nos escapábamos al desván –
por unas carcomidas escaleras. Jugábamos al escondite
con una luz del día que iba desapareciendo, entrevista lascivamente
a través del ojo de la cerradura. Desde aquel lugar se veían
autopistas de polvo que no conducían a ningún lugar, sin nombre
todavía, señaladas con el dedo (una tipología sui generis:
las calles de salida toman el nombre de las ciudades
vecinas). Y en el interior ese olor a cerrado, las bolas de naftalina
en las profundidades de los bolsillos, un fajo de viejas fotografías
con la fecha en su reverso, metidas entre paréntesis
por algún motivo desconocido. Una piel dolorida era recorrida
por la sangre y por una pus amarilla, explotaba un grano.
De Campos vacíos
Décadas
Después de la merienda nos escapábamos al desván –
por unas carcomidas escaleras. Jugábamos al escondite
con una luz del día que iba desapareciendo, entrevista lascivamente
a través del ojo de la cerradura. Desde aquel lugar se veían
autopistas de polvo que no conducían a ningún lugar, sin nombre
todavía, señaladas con el dedo (una tipología sui generis:
las calles de salida toman el nombre de las ciudades
vecinas). Y en el interior ese olor a cerrado, las bolas de naftalina
en las profundidades de los bolsillos, un fajo de viejas fotografías
con la fecha en su reverso, metidas entre paréntesis
por algún motivo desconocido. Una piel dolorida era recorrida
por la sangre y por una pus amarilla, explotaba un grano.
De Campos vacíos
22 de octubre de 2009
20 de octubre de 2009
19 de octubre de 2009
Julia Szychowiak X
Nosotros ya nos despedimos, lo recuerdo,
corría tras de mí un perro ciego,
no reconoció a su amo, tu olor permaneció
en mis manos y se fue espesando.
En mi cabeza gruñían conversaciones interrumpidas
demasiado pronto.
De Lengua común
corría tras de mí un perro ciego,
no reconoció a su amo, tu olor permaneció
en mis manos y se fue espesando.
En mi cabeza gruñían conversaciones interrumpidas
demasiado pronto.
De Lengua común
18 de octubre de 2009
Julia Szychowiak IX
No me cerréis los ojos, no puedo estar en todas partes
igual de muerta. Movedme un poco más abajo y ponedme
bajo la cabeza una fotografía de mi niñez.
¿Qué pasará después, cuando acaben de cantar salmos
y se levanten de los bancos? Me quedaré, pero vosotros volved.
De Lengua común
igual de muerta. Movedme un poco más abajo y ponedme
bajo la cabeza una fotografía de mi niñez.
¿Qué pasará después, cuando acaben de cantar salmos
y se levanten de los bancos? Me quedaré, pero vosotros volved.
De Lengua común
17 de octubre de 2009
Julia Szychowiak VIII
Hace apenas unos días, en medio de la entrega de dos de los premios literarios más importantes en Polonia -el Nike con el que se ha premiado al poeta Tkaczyszyn-Dycki por su último libro y el Kościelskich, que ha recibido el también poeta Tadeusz Dąbrowski por un libro del que hace un tiempo colgué algún poema en este blog-, llamó mi atención un nuevo título aparecido en la editorial Biuro Literackie, Lengua común, el último poemario de Julia Szychowiak. Después de leer una de las últimas entradas en ese blog de Xavier Farré que no me cansaré de recomendar sobre un poemario recién aparecido de Piotr Szewc -"Szewc ha publicado este año un nuevo poemario. Esta última obra poética es un desafío a la gramática, las relaciones entre las palabras apenas si existen, y lo que se presenta es una asociación de ideas para que el lector pueda extraer un sentido"-, me decido a colgar este poema del libro de Szychowiak.
Al día siguiente
En vida fui hija,
te estuve esperando, mientras huía permanentemente
por un camino cortado por las ramas de la ciudad.
A veces vuelve a mí como una hemorragia
en el extremo, la tos seca de mi padre,
de noche, una noche muerta. No logré decirte
aquel día, cuando me encontraba en el puente,
cuando sucedió.
De Lengua común
Al día siguiente
En vida fui hija,
te estuve esperando, mientras huía permanentemente
por un camino cortado por las ramas de la ciudad.
A veces vuelve a mí como una hemorragia
en el extremo, la tos seca de mi padre,
de noche, una noche muerta. No logré decirte
aquel día, cuando me encontraba en el puente,
cuando sucedió.
De Lengua común
16 de octubre de 2009
15 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska X
en Tonanzintla hay una iglesia
hecha con las manos
de los sueños infantiles
de los indios
entro en ella
solemnemente
como en el interior de una tarta
me muevo con cuidado
por suelos
de mazapán
miro las bóvedas
de nata
y los altares de merengue
me recreo con las vidrieras de chocolate
ávida de fe
sabor
vainilla
en esta pastelería Dios
tiene el corazón dorado
de un pirulí
De En orillas ajenas
hecha con las manos
de los sueños infantiles
de los indios
entro en ella
solemnemente
como en el interior de una tarta
me muevo con cuidado
por suelos
de mazapán
miro las bóvedas
de nata
y los altares de merengue
me recreo con las vidrieras de chocolate
ávida de fe
sabor
vainilla
en esta pastelería Dios
tiene el corazón dorado
de un pirulí
De En orillas ajenas
14 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska IX
sólo el eco
es fiel
a sí mismo
como el péndulo
a los regresos
a pesar de todo
De En orillas ajenas
es fiel
a sí mismo
como el péndulo
a los regresos
a pesar de todo
De En orillas ajenas
13 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska VIII
Las orillas ajenas del título del libro de Agata Tuszyńska recogen notas poéticas de los años 1997 - 2000. El libro está construido en torno a cinco divisones:
A
hojas de East Village
tarde en Cuernavaca
el barco a Haifa
Z
El poema que sigue pertenece a la tercera parte.
la fe en México
llega de las montañas
del sol
que
necesita
el olor
de la sangre
De En orillas ajenas
A
hojas de East Village
tarde en Cuernavaca
el barco a Haifa
Z
El poema que sigue pertenece a la tercera parte.
la fe en México
llega de las montañas
del sol
que
necesita
el olor
de la sangre
De En orillas ajenas
Agata Tuszyńska VII
pregunta y respuesta
¿Dios es bueno o malo?
eso depende a qué hora
de la luz
De En orillas ajenas
¿Dios es bueno o malo?
eso depende a qué hora
de la luz
De En orillas ajenas
12 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska VI
el zócalo o plaza
en el dibujo de una niña india
tiene una cara de sol
en este paraíso
el cielo está
al alcance
de los sueños
De En orillas ajenas
en el dibujo de una niña india
tiene una cara de sol
en este paraíso
el cielo está
al alcance
de los sueños
De En orillas ajenas
11 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska V
Tras unos días en Portugal presentando un libro de poesía que acabo de publicar allí -Em voz baixa / En voz baja-, regreso a Polonia y a este blog.
naturaleza muerta
la vista al otro lado de la ventana
se endurece
como naturaleza muerta
símbolo
de que hay que
irse
De En orillas ajenas
naturaleza muerta
la vista al otro lado de la ventana
se endurece
como naturaleza muerta
símbolo
de que hay que
irse
De En orillas ajenas
8 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska III
una casa sin puertas
no puede ser abandonada
y no hay cómo
volver allí
De En orillas ajenas
no puede ser abandonada
y no hay cómo
volver allí
De En orillas ajenas
7 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska II
desnuda para el sueño
de sueño desnuda
recorro
una nueva guarida
tu cuerpo
De En orillas ajenas
de sueño desnuda
recorro
una nueva guarida
tu cuerpo
De En orillas ajenas
6 de octubre de 2009
Agata Tuszyńska (1957)
el ancla
puertos estaciones aeropuertos
paradas
en secuencias móviles
de una respiración acelerada
soñar con un ancla
hiere la gruesa piel
del viajero
pensar en un alto en el camino
asfixia
De En orillas ajenas
puertos estaciones aeropuertos
paradas
en secuencias móviles
de una respiración acelerada
soñar con un ancla
hiere la gruesa piel
del viajero
pensar en un alto en el camino
asfixia
De En orillas ajenas
4 de octubre de 2009
Aleksander Rybczyński X
El fin del mundo
es el fin del mundo
y no queda nada
sólo la belleza
las formas
los colores
los recibo y los devuelvo
del vacío al vacío
De Caligrafía de la oscuridad
Aleksander Rybczyński en el libro del que he ido sacando los poemas aparecidos en este blog dice de sí mismo "Escribo poesía desde hace ya treinta años. La poesía se ha convertido en la parte más importante de mi vida; no una forma de hacer carrera, sino una necesidad inalterable de abrir el espacio y de buscar la verdad. No se trata únicamente de dar la espada a la omnipresente falsedad y a la mentira, se trata también de encontrar el sentido de valores que pueden parecer inalterables e infinitos y de reafirmar esos valores."
Poeta, crítico de arte, periodista, publica su primer libro de poemas en 1982 (Aún vivimos) al que le ha seguido más de una decena de títulos, gran parte de ellos publicada en Canadá, país en el que reside actualmente. Para saber algo más de él y de su último libro se pueden consultar (en polaco) las páginas http://www.kaligrafiawciemnosci.pl y http://kasiadesign.com/alek/.
es el fin del mundo
y no queda nada
sólo la belleza
las formas
los colores
los recibo y los devuelvo
del vacío al vacío
De Caligrafía de la oscuridad
Aleksander Rybczyński en el libro del que he ido sacando los poemas aparecidos en este blog dice de sí mismo "Escribo poesía desde hace ya treinta años. La poesía se ha convertido en la parte más importante de mi vida; no una forma de hacer carrera, sino una necesidad inalterable de abrir el espacio y de buscar la verdad. No se trata únicamente de dar la espada a la omnipresente falsedad y a la mentira, se trata también de encontrar el sentido de valores que pueden parecer inalterables e infinitos y de reafirmar esos valores."
Poeta, crítico de arte, periodista, publica su primer libro de poemas en 1982 (Aún vivimos) al que le ha seguido más de una decena de títulos, gran parte de ellos publicada en Canadá, país en el que reside actualmente. Para saber algo más de él y de su último libro se pueden consultar (en polaco) las páginas http://www.kaligrafiawciemnosci.pl y http://kasiadesign.com/alek/.
3 de octubre de 2009
Aleksander Rybczyński IX
Muerte y vida
no me alejo
de Ti
es sólo la sombra de la muerte
remitiendo
a momentos sagrados
De Caligrafía de la oscuridad
no me alejo
de Ti
es sólo la sombra de la muerte
remitiendo
a momentos sagrados
De Caligrafía de la oscuridad
2 de octubre de 2009
Aleksander Rybczyński VIII
Un tierno sueño
a veces me hundo
en un tierno sueño
y debería agradecerle
a la Providencia
que al menos así
vienes a verme
De Caligrafía de la oscuridad
a veces me hundo
en un tierno sueño
y debería agradecerle
a la Providencia
que al menos así
vienes a verme
De Caligrafía de la oscuridad
1 de octubre de 2009
Aleksander Rybczyński VII
Pascua en una habitación cerrada
cuando preguntas
si hay algo más fatigoso
que la muerte
y la falta de esperanza
no Te puedo ayudar
sólo sé
que el amor
es la única
Resurrección
De Caligrafía de la ocuridad
cuando preguntas
si hay algo más fatigoso
que la muerte
y la falta de esperanza
no Te puedo ayudar
sólo sé
que el amor
es la única
Resurrección
De Caligrafía de la ocuridad
30 de septiembre de 2009
Aleksander Rybczyński VI
Residencia temporal
se complementan mutuamente
la casa habitada
y la persona que habita la casa
la pared recubierta de piel viva
el cuerpo cubierto de omnipresente polvo
sangre y lluvia
corazón y radiadores
el viento esparce los pensamientos
la memoria gruñe en el suelo
las manos poco herméticas
continúa la huida de las gotas
la superficie demasiado parca
se ahogan los días y los sentimientos
lo liberado en las oraciones
se arrodillará frente a la ventana
lo arrojado en la acera
retendrá el vaho de la respiración
no encontrarán la paz
ni una dirección permanente
se vacía el espacio común
De Caligrafía en la oscuridad
se complementan mutuamente
la casa habitada
y la persona que habita la casa
la pared recubierta de piel viva
el cuerpo cubierto de omnipresente polvo
sangre y lluvia
corazón y radiadores
el viento esparce los pensamientos
la memoria gruñe en el suelo
las manos poco herméticas
continúa la huida de las gotas
la superficie demasiado parca
se ahogan los días y los sentimientos
lo liberado en las oraciones
se arrodillará frente a la ventana
lo arrojado en la acera
retendrá el vaho de la respiración
no encontrarán la paz
ni una dirección permanente
se vacía el espacio común
De Caligrafía en la oscuridad
29 de septiembre de 2009
Aleksander Rybczyński V
Guía de lugares no visitados
no me has visto nunca allí
no has notado cómo cruzo
a la otra acera
o cómo estoy en el puente
sobre el canal
cuando el sol centellea todavía
bajo las escamas del atardecer
sabía que la belleza no se visita
no se describe está callada
no hay forma de acercarse allí
si bien todo cobra significado
en la claridad de Tu vestido
semilla de verdad esbozo del horizonte
luminosa humedad por encima del océano
conozco las calles los rincones
los números de las calles y de las viviendas
la guía telefónica su letanía de cifras
los colores sus matices su profundidad
mi memoria es selectiva
conduce a lugares no visitados
que nunca pueden ser abandonados
De Caligrafía en la oscuridad
no me has visto nunca allí
no has notado cómo cruzo
a la otra acera
o cómo estoy en el puente
sobre el canal
cuando el sol centellea todavía
bajo las escamas del atardecer
sabía que la belleza no se visita
no se describe está callada
no hay forma de acercarse allí
si bien todo cobra significado
en la claridad de Tu vestido
semilla de verdad esbozo del horizonte
luminosa humedad por encima del océano
conozco las calles los rincones
los números de las calles y de las viviendas
la guía telefónica su letanía de cifras
los colores sus matices su profundidad
mi memoria es selectiva
conduce a lugares no visitados
que nunca pueden ser abandonados
De Caligrafía en la oscuridad
28 de septiembre de 2009
Aleksander Rybczyński IV
A veces las casualidades hacen que el título de un libro, de un poema, de una canción, se deslice curiosamente en la realidad. Como en este caso.
28 de septiembre
sólo duele cuando estamos solos
y las chispas del dolor son estrellas en el cielo
un oscuro rayo un estilete en silencio
sólo duele cuando en esta parte está la pared
y del otro lado duermen los fantasmas del pasado
De Caligrafía en la oscuridad
28 de septiembre
sólo duele cuando estamos solos
y las chispas del dolor son estrellas en el cielo
un oscuro rayo un estilete en silencio
sólo duele cuando en esta parte está la pared
y del otro lado duermen los fantasmas del pasado
De Caligrafía en la oscuridad
27 de septiembre de 2009
Aleksander Rybczyński III
Distancia
he dejado la estilográfica
se puede dar testimonio
sólo de una partícula de sufrimiento
he callado
desde que la palabra
ha dejado de ser tacto
De Caligrafía de la oscuridad
he dejado la estilográfica
se puede dar testimonio
sólo de una partícula de sufrimiento
he callado
desde que la palabra
ha dejado de ser tacto
De Caligrafía de la oscuridad
26 de septiembre de 2009
Aleksander Rybczyński II
Es de noche
es de noche
no he dormido
desde hace veinticuatro horas
en la habitación de al lado
muere mi madre
De Caligrafía en la oscuridad
es de noche
no he dormido
desde hace veinticuatro horas
en la habitación de al lado
muere mi madre
De Caligrafía en la oscuridad
Aleksander Rybczynski (1955)
Hoy estoy solo
hoy estoy solo
y seguramente el tiempo se detendrá
tú durarás un instante
no merecedora ni de una lágrima
ni de papel
De Caligrafía en la oscuridad
hoy estoy solo
y seguramente el tiempo se detendrá
tú durarás un instante
no merecedora ni de una lágrima
ni de papel
De Caligrafía en la oscuridad
24 de septiembre de 2009
Piotr Matywiecki IV
En los últimos tiempos Biuro Literackie ha publicado recopilaciones de los diferentes libros de autores que de una u otra forma están ligados a esa editorial. Acaba de tocarle el turno a Piotr Matywiecki. En un libro de 695 páginas que lleva por título Cubiertas arrancadas se recogen ocho de los libros del autor. El poema que elijo pertenece al último de los libros, Aire y color negro (2009), del que ya presenté tres poemas en este blog a finales de mayo.
Ubi sunt
puse la tele
y vi
cómo disparando a través de los cristales de un restaurante
unos gangsters mataban a mis héores preferidos
mientras éstos brindaban
quedé aterrorizado
tendré que esperar una semana hasta el próximo capítulo
porque no sé si era el final de la serie
¿si hubieran muerto, dónde no están vivos?
¿tambien en la ficción la muerte es de verdad?
De Aire y color negro
Ubi sunt
puse la tele
y vi
cómo disparando a través de los cristales de un restaurante
unos gangsters mataban a mis héores preferidos
mientras éstos brindaban
quedé aterrorizado
tendré que esperar una semana hasta el próximo capítulo
porque no sé si era el final de la serie
¿si hubieran muerto, dónde no están vivos?
¿tambien en la ficción la muerte es de verdad?
De Aire y color negro
Joanna Wajs (1979)
Hoy he optado por pasear por internet a la búsqueda de textos que despertaran mi interés. Dejo descansar los libros de mis estanterías y en ese ciego bucear me encuentro con un poema de Joanna Wajs que llama mi atención (pienso en Xavi Farré y su pasión por los árboles):
qué quiere el árbol
¿qué quiere el árbol cuando me detiene en medio de la noche
y su olor simula la hermana que nunca tuve?
¿qué quiere el árbol que no vacila en usar el engaño
y qué quiero yo cuando permanezco en la oscuridad
bajo un árbol que no debería estar ahí?
¿y qué es lo que me obliga a copiar a la luz del día
cada una de las hojas y pétalo a pétalo modelar el olor
de mi láctea hermana?
¿qué quiere el árbol?
qué quiere el árbol
¿qué quiere el árbol cuando me detiene en medio de la noche
y su olor simula la hermana que nunca tuve?
¿qué quiere el árbol que no vacila en usar el engaño
y qué quiero yo cuando permanezco en la oscuridad
bajo un árbol que no debería estar ahí?
¿y qué es lo que me obliga a copiar a la luz del día
cada una de las hojas y pétalo a pétalo modelar el olor
de mi láctea hermana?
¿qué quiere el árbol?
22 de septiembre de 2009
Julia Hartwig X
Sello
¿Qué se esconde en ese mutismo,
conocimiento último de que el fin está cerca?
El mutismo rechaza todo lo dicho sobre ese instante.
Nadie tiene acceso a ese silencio
De No hay respuesta
¿Qué se esconde en ese mutismo,
conocimiento último de que el fin está cerca?
El mutismo rechaza todo lo dicho sobre ese instante.
Nadie tiene acceso a ese silencio
De No hay respuesta
21 de septiembre de 2009
Julia Hartwig IX
Mi hermana
Tras la huida de Rusia
tenían tan pocos familiares en Polonia
que me eligieron como madrina a mi hermana mayor
que cuando creció me hizo de madre
Creo que no tenía un carácter fácil
tampoco demostraba tener ningún talento
y con dificultades acabó la escuela primaria
Como nuestro padre era una persona muy respetada en la ciudad
se consideró que se había rebajado
al casarse con un sencillo muchacho sin oficio
Compensó con creces a mi padre cuidándolo los largos años
de una imposibilitada vejez que lo mantuvo postrado en la cama
Eran gente de lo más entrañable
vivían humildemente y aceptaban su destino
dándolo por justo
sin aspirar a ningún tipo de privilegios ni de honores
Enviudó
enferma
ya cumplidos los ochenta
la única de la familia que se quedó en Lublin
murió en el hospital
Parece que me estuvo llamando en los últimos instantes
Inconsciente paseaba la mano por la pared
y cuando la enfermera le preguntó porqué lo hacía
respondió: Ahí está Władzio (era el nombre de su marido)
No puede entrar aquí.
De No hay respuesta
Tras la huida de Rusia
tenían tan pocos familiares en Polonia
que me eligieron como madrina a mi hermana mayor
que cuando creció me hizo de madre
Creo que no tenía un carácter fácil
tampoco demostraba tener ningún talento
y con dificultades acabó la escuela primaria
Como nuestro padre era una persona muy respetada en la ciudad
se consideró que se había rebajado
al casarse con un sencillo muchacho sin oficio
Compensó con creces a mi padre cuidándolo los largos años
de una imposibilitada vejez que lo mantuvo postrado en la cama
Eran gente de lo más entrañable
vivían humildemente y aceptaban su destino
dándolo por justo
sin aspirar a ningún tipo de privilegios ni de honores
Enviudó
enferma
ya cumplidos los ochenta
la única de la familia que se quedó en Lublin
murió en el hospital
Parece que me estuvo llamando en los últimos instantes
Inconsciente paseaba la mano por la pared
y cuando la enfermera le preguntó porqué lo hacía
respondió: Ahí está Władzio (era el nombre de su marido)
No puede entrar aquí.
De No hay respuesta
20 de septiembre de 2009
Julia Hartwig VIII
Existió
Ésta es ya la tercera carta que te escribo
aunque seguramente el hotel Phoenix ya no existe
- le decía a ella en sueños
Porque sólo en sueños ella lo podía ver todavía
Y era aún la época de un amor joven
con explosión de lágrimas loco lleno de obstáculos
de renuncias de dudas y de reencuentro nocturno
alegrado con la huida a través de un país feliz
de granjas provenzales e iglesias románicas dejadas en el camino
El segundo sueño es un palacio derruido por un rayo
y del que ya sólo queda el plano dibujado en el papel
Él con el dedo sigue una luz solar en movimiento
dice: Así será nuestra casa
con mucha luz Mira cuántas ventanas
De No hay respuesta
Ésta es ya la tercera carta que te escribo
aunque seguramente el hotel Phoenix ya no existe
- le decía a ella en sueños
Porque sólo en sueños ella lo podía ver todavía
Y era aún la época de un amor joven
con explosión de lágrimas loco lleno de obstáculos
de renuncias de dudas y de reencuentro nocturno
alegrado con la huida a través de un país feliz
de granjas provenzales e iglesias románicas dejadas en el camino
El segundo sueño es un palacio derruido por un rayo
y del que ya sólo queda el plano dibujado en el papel
Él con el dedo sigue una luz solar en movimiento
dice: Así será nuestra casa
con mucha luz Mira cuántas ventanas
De No hay respuesta
19 de septiembre de 2009
Prisiones de aire
Julia Hartwig VII
En 2002 el libro No hay respuesta de Julia Hartwig sería finalista del prestigioso premio de literatura Nike.
El manuscrito
En la casa en la que nació Beethoven
se puede ver en una vitrina un manuscrito del compositor,
con decenas de tachaduras y correcciones.
Se trata de una carta a un rico príncipe con el ruego de que acepte
una sinfonía recién compuesta.
Ninguna de las composiciones de este genio
muestra en el papel las huellas de un esfuerzo como el de aquella carta
a un hoy desconocido para todos soberano de un minúsculo país.
(Bonn, junio de 2000)
De No hay respuesta
El manuscrito
En la casa en la que nació Beethoven
se puede ver en una vitrina un manuscrito del compositor,
con decenas de tachaduras y correcciones.
Se trata de una carta a un rico príncipe con el ruego de que acepte
una sinfonía recién compuesta.
Ninguna de las composiciones de este genio
muestra en el papel las huellas de un esfuerzo como el de aquella carta
a un hoy desconocido para todos soberano de un minúsculo país.
(Bonn, junio de 2000)
De No hay respuesta
18 de septiembre de 2009
Julia Hartwig VI
Pinta
Era ya muy mayor y si no hubiera sido por la pintura se habría pasado todo los días durmiendo. Las noches no, las noches eran noches insomnes en las que era zarandeada por la ira y el resentimiento y en las que se depertaba gritando.
Por la mañana su hijo le traía unos pliegos de papel y pinturas y le decía:
- Toma, mamá. Pinta hoy hierba doncella. Siempre te ha gustado mucho.
Y ella pensaba:
- ¿Hierba doncella? ¿Lirios? ¿Gladiolos? ¿Qué aspecto tienen?
Intentaba recordar, pero era en vano.
Ni siquiera recordaba el nombre de aquel que tanto había admirado sus cuadros.
De Hablándame no sólo a mí misma. Poemas en prosa
Era ya muy mayor y si no hubiera sido por la pintura se habría pasado todo los días durmiendo. Las noches no, las noches eran noches insomnes en las que era zarandeada por la ira y el resentimiento y en las que se depertaba gritando.
Por la mañana su hijo le traía unos pliegos de papel y pinturas y le decía:
- Toma, mamá. Pinta hoy hierba doncella. Siempre te ha gustado mucho.
Y ella pensaba:
- ¿Hierba doncella? ¿Lirios? ¿Gladiolos? ¿Qué aspecto tienen?
Intentaba recordar, pero era en vano.
Ni siquiera recordaba el nombre de aquel que tanto había admirado sus cuadros.
De Hablándame no sólo a mí misma. Poemas en prosa
17 de septiembre de 2009
Julia Hartwig V
En la calle
Loca Qué fácil decirlo
qué fácil pensarlo
No de la que se encierra con llave
sino de esa que en la calle puede encontrarse alguien
diríase parecida al resto de transeúntes
Qué hábil en ese instante tu mirada
qué instantánea esa apreciación tuya
esa vibración esa delicada señal de todo lo diferente
-te tengo gorrión
Basta una sugerente flor en un ajado sombrero
o que un día de verano la veas con un viejo y descuidado abrigo de pieles
o cuando habla sola y amenaza –
facilísima de reconocer
Pero yo tengo en mente a la que tiene la mirada como un cuchillo
y aprieta el puño en el bolsillo
Estoy pensando en la que tiene en los ojos su muerte
la que arrastra una oscuridad que es su propio abismo
Pienso en esa que camina con la cabeza gacha
como si no viera nada de lo que tiene delante
y que tropieza y sigue caminando
De Visto
Loca Qué fácil decirlo
qué fácil pensarlo
No de la que se encierra con llave
sino de esa que en la calle puede encontrarse alguien
diríase parecida al resto de transeúntes
Qué hábil en ese instante tu mirada
qué instantánea esa apreciación tuya
esa vibración esa delicada señal de todo lo diferente
-te tengo gorrión
Basta una sugerente flor en un ajado sombrero
o que un día de verano la veas con un viejo y descuidado abrigo de pieles
o cuando habla sola y amenaza –
facilísima de reconocer
Pero yo tengo en mente a la que tiene la mirada como un cuchillo
y aprieta el puño en el bolsillo
Estoy pensando en la que tiene en los ojos su muerte
la que arrastra una oscuridad que es su propio abismo
Pienso en esa que camina con la cabeza gacha
como si no viera nada de lo que tiene delante
y que tropieza y sigue caminando
De Visto
16 de septiembre de 2009
Julia Hartwig IV
Vamos
Vamos por una Varsovia bajo la niebla.
El puente parece colgar del aire. Nada sobre él ni tampoco debajo. Nos movemos como ciegos.
Venga, vamos al huerto de Jaroslaw. E inmediatamente el olor de las guindas, la redondez del fruto, su suculencia.
Pero nadie sabe cómo llegar hasta allí. Sólo hay oscuras farolas, pinos apagados.
De Hablándome no sólo a mí misma. Poemas en prosa
Vamos por una Varsovia bajo la niebla.
El puente parece colgar del aire. Nada sobre él ni tampoco debajo. Nos movemos como ciegos.
Venga, vamos al huerto de Jaroslaw. E inmediatamente el olor de las guindas, la redondez del fruto, su suculencia.
Pero nadie sabe cómo llegar hasta allí. Sólo hay oscuras farolas, pinos apagados.
De Hablándome no sólo a mí misma. Poemas en prosa
15 de septiembre de 2009
Julia Hartwig III
Mujeres sentadas
Había unas mujeres sentadas tomando café.
A mí me arrancaron las uñas - dice una.
A mí me tuvieron bajo un reflector.
A mí durante dos días me estuvo cayendo una gota de agua en la frente.
A mí me destrozaron los riñones.
A mí me mataron a un hijo y quemaron a mi padre.
Simples mujeres de Varsovia.
De Hablándome no sólo a mí misma. Poemas en prosa
Había unas mujeres sentadas tomando café.
A mí me arrancaron las uñas - dice una.
A mí me tuvieron bajo un reflector.
A mí durante dos días me estuvo cayendo una gota de agua en la frente.
A mí me destrozaron los riñones.
A mí me mataron a un hijo y quemaron a mi padre.
Simples mujeres de Varsovia.
De Hablándome no sólo a mí misma. Poemas en prosa
14 de septiembre de 2009
Julia Hartwig II
Lápida
Se despiden.
Dos mujeres se dan la mano.
Una muchacha se despide de su madre.
Junto a ellas el padre. Pensativo.
Aquí yace Aristilla, hija de un rico mercader. Amada por sus padres. Murió en El Pireo 240 años antes del nacimiento de Cristo.
En la siguiente estela otra muchacha alarga la mano hacia la manzana que su joven amado arranca del árbol.
A su lado un niño abraza una paloma.
Junto al borde de una desconchada losa, de pie, Hermes. Mira en la oscuridad. Allí donde no alcanza la maestría del escultor.
De Hablándose no sólo a sí misma. Poemas en prosa
Se despiden.
Dos mujeres se dan la mano.
Una muchacha se despide de su madre.
Junto a ellas el padre. Pensativo.
Aquí yace Aristilla, hija de un rico mercader. Amada por sus padres. Murió en El Pireo 240 años antes del nacimiento de Cristo.
En la siguiente estela otra muchacha alarga la mano hacia la manzana que su joven amado arranca del árbol.
A su lado un niño abraza una paloma.
Junto al borde de una desconchada losa, de pie, Hermes. Mira en la oscuridad. Allí donde no alcanza la maestría del escultor.
De Hablándose no sólo a sí misma. Poemas en prosa
13 de septiembre de 2009
Julia Hartwig (1921)
Considerada como una de las grandes damas de la poesía polaca, Julia Hartwig, poeta, ensayista, traductora (sobre todo de literatura francesa), publicó su primer libro de poemas, Despedida, en 1956. Entre los más de cuarenta libros que tiene publicados, más de la mitad son libros de poesía.
Insomnio
La noche se ha partido por la mitad.
Entre risas se oye el deambular por la calle de los Titanes de la Noche.
Dan portazos con las puertas de los coches. Sus voces, sus gritos rebotan como una pelota contra los muros de los edificios apagados.
Ahora llega de nuevo entre el silencio el lamento de mi vecino enfermo que hace ya años que no se levanta de la cama.
De Hablándose no sólo a sí misma. Poemas en prosa
Insomnio
La noche se ha partido por la mitad.
Entre risas se oye el deambular por la calle de los Titanes de la Noche.
Dan portazos con las puertas de los coches. Sus voces, sus gritos rebotan como una pelota contra los muros de los edificios apagados.
Ahora llega de nuevo entre el silencio el lamento de mi vecino enfermo que hace ya años que no se levanta de la cama.
De Hablándose no sólo a sí misma. Poemas en prosa
12 de septiembre de 2009
Wojciech Bonowicz X
Mi falta de tiempo en algunas ocasiones puede llevar a engaño al lector de este blog y hacerle pensar que los poetas polacos, al menos algunos, cultivan preferentemente una poesía breve, que apenas pasa de los seis o siete versos. Como se ve en el siguiente poema de Bonowicz perteneciente al mismo libro que muchos de los presentados estos últimos días,
La última cinta
“Os he reunido a todos, queridos hermanos,” dice el maestro,
“a los que ordeñan las cabras y a los que limpian los baños
a los que cargan los libros y a los que trabajan en la cocina
a los que comen carne y a los que beben agua
a los viejos y a los jóvenes con vocación y a los que se encuentran aquí por casualidad
a todos los que les di la palabra de la vida sentados a mi alrededor o por separado
a los que se tumbaron a mis pies y a los que se reían de ello
para reconocer ante vosotros ahora que probablemente me espera la última confesión
que durante todos estos años diariamente he temido la muerte.
He esperado la muerte aterrado. Había en mí dolor y tristeza
ya que Dios tenía que alejarse de mí por un instante para que yo pudiera morir.
Habitaba en mi el temor de que no volviera. De que yo me quedaría sólo
sumergido en las aguas de la muerte con la lengua rígida.
Hoy también me llena la oscuridad. Mi mente es insegura
al igual que mi cuerpo. Tiemblo en mi interior. Y oigo voces: “¡Mortal! ¡Mortal!”
cuando apenas empiezo a rezar. Y el negro dios de la muerte triunfa
al ver que no temo la condenación. No - sino la misma muerte.
Por un instante se hizo el silencio y después se levantó el más anciano
de los hermanos del segundo coro y besó al maestro
en los labios. Y dijo: “Hace tiempo que todos sabíamos
qué temes a la muerte. Que es mucho tu amor por la vida que miras
desde estos muros los rostros los hombros y las piernas de muchachas y muchachos
que te gusta el griterío de los niños nuestro bullicio la música
las discusiones el vino que eres tierno y débil por amor.
Sabíamos también que si te despojaran de la vista el oído
el gusto y el sentido del olfato acabarías con tu vida
aunque tanto temes la muerte.
Te velaremos y no incineraremos tu cuerpo.
Rogaremos a Dios y cumpliremos con los ritos.
Si hubieras odiado el mundo no te habríamos seguido.
Y ahora estamos aquí y permaneceremos tanto tiempo
como sea necesario para que la tierra absorba hasta la última
gota de tu amor”. Calló
y besó al maestro una vez más. E hizo un gesto con la mano.
Y los hermanos se dispersaron. Cada uno de ellos a sus quehaceres.
De Mar abierto
sería un grave error caer en esa simplificación. Buena prueba de ello también podemos encontrarla en el magnífico blog de Xavier Farré (http://xavierfarreabcd.blogspot.com), el mejor blog de traducción de la poesía polaca que conozco.
La última cinta
“Os he reunido a todos, queridos hermanos,” dice el maestro,
“a los que ordeñan las cabras y a los que limpian los baños
a los que cargan los libros y a los que trabajan en la cocina
a los que comen carne y a los que beben agua
a los viejos y a los jóvenes con vocación y a los que se encuentran aquí por casualidad
a todos los que les di la palabra de la vida sentados a mi alrededor o por separado
a los que se tumbaron a mis pies y a los que se reían de ello
para reconocer ante vosotros ahora que probablemente me espera la última confesión
que durante todos estos años diariamente he temido la muerte.
He esperado la muerte aterrado. Había en mí dolor y tristeza
ya que Dios tenía que alejarse de mí por un instante para que yo pudiera morir.
Habitaba en mi el temor de que no volviera. De que yo me quedaría sólo
sumergido en las aguas de la muerte con la lengua rígida.
Hoy también me llena la oscuridad. Mi mente es insegura
al igual que mi cuerpo. Tiemblo en mi interior. Y oigo voces: “¡Mortal! ¡Mortal!”
cuando apenas empiezo a rezar. Y el negro dios de la muerte triunfa
al ver que no temo la condenación. No - sino la misma muerte.
Por un instante se hizo el silencio y después se levantó el más anciano
de los hermanos del segundo coro y besó al maestro
en los labios. Y dijo: “Hace tiempo que todos sabíamos
qué temes a la muerte. Que es mucho tu amor por la vida que miras
desde estos muros los rostros los hombros y las piernas de muchachas y muchachos
que te gusta el griterío de los niños nuestro bullicio la música
las discusiones el vino que eres tierno y débil por amor.
Sabíamos también que si te despojaran de la vista el oído
el gusto y el sentido del olfato acabarías con tu vida
aunque tanto temes la muerte.
Te velaremos y no incineraremos tu cuerpo.
Rogaremos a Dios y cumpliremos con los ritos.
Si hubieras odiado el mundo no te habríamos seguido.
Y ahora estamos aquí y permaneceremos tanto tiempo
como sea necesario para que la tierra absorba hasta la última
gota de tu amor”. Calló
y besó al maestro una vez más. E hizo un gesto con la mano.
Y los hermanos se dispersaron. Cada uno de ellos a sus quehaceres.
De Mar abierto
9 de septiembre de 2009
Wojciech Bonowicz IX
Acuerdo
No puedo prometerte
ni que estaré siempre aquí
ni que no estaré.
Aquello en lo que nos ponemos de acuerdo
no existe
aunque se repita.
De Elección de la mayoría
No puedo prometerte
ni que estaré siempre aquí
ni que no estaré.
Aquello en lo que nos ponemos de acuerdo
no existe
aunque se repita.
De Elección de la mayoría
8 de septiembre de 2009
Wojciech Bonowicz VIII
El regreso de A
Digamos que tienes algo más de una decena de discípulos
y que ellos toman nota de tus sueños e incluso te justifican
cuando estás de mal humor. Avanzas así por un tortuoso camino
desde una vacilación a otra hasta que eso se convierte
en una religión que ya no puedes detener.
Al final extiendes la mano y ¿qué ves? Ves
que si buscas bien en la oscuridad
siempre se puede encontrar algo no descubierto
que todavía no tiene ninguna importancia.
De Mar abierto
Digamos que tienes algo más de una decena de discípulos
y que ellos toman nota de tus sueños e incluso te justifican
cuando estás de mal humor. Avanzas así por un tortuoso camino
desde una vacilación a otra hasta que eso se convierte
en una religión que ya no puedes detener.
Al final extiendes la mano y ¿qué ves? Ves
que si buscas bien en la oscuridad
siempre se puede encontrar algo no descubierto
que todavía no tiene ninguna importancia.
De Mar abierto
6 de septiembre de 2009
Wojciech Bonowicz VII
Pescadores
Uno ahuyenta a los peces el otro extiende las redes.
Hay que llegar hasta lo más profundo bajo las raíces de los árboles.
¿Y si Dios y su enemigo
esta tarde trabajaran juntos?
De Mar abierto
Uno ahuyenta a los peces el otro extiende las redes.
Hay que llegar hasta lo más profundo bajo las raíces de los árboles.
¿Y si Dios y su enemigo
esta tarde trabajaran juntos?
De Mar abierto
5 de septiembre de 2009
Wojciech Bonowicz VI
De una discusión cerrada
“Desde hace años la llegada de la poesía
no tiene nada que ver con la inspiración.
No es el espíritu lo que alienta
más bien es la tierra que clama.
Y clama tanto más fuerte cuanto más
diferente es aquello que esperabas”.
De Mar abierto
“Desde hace años la llegada de la poesía
no tiene nada que ver con la inspiración.
No es el espíritu lo que alienta
más bien es la tierra que clama.
Y clama tanto más fuerte cuanto más
diferente es aquello que esperabas”.
De Mar abierto
4 de septiembre de 2009
Wojciech Bonowicz V
Por partes
Nieves del día y de la noche, nieves diferentes.
La noche recoge su nieve en la tierra se adentra.
El día brilla con su nieve en toda su existencia.
Y cuando la noche toda completa se silencia,
un circular mutismo empujando nos encuentra
nuestras tozudas rocas por entre abruptos salientes.
De Mar abierto
Nieves del día y de la noche, nieves diferentes.
La noche recoge su nieve en la tierra se adentra.
El día brilla con su nieve en toda su existencia.
Y cuando la noche toda completa se silencia,
un circular mutismo empujando nos encuentra
nuestras tozudas rocas por entre abruptos salientes.
De Mar abierto
3 de septiembre de 2009
Wojciech Bonowicz IV
Las Islas
No mueren: van a islas resecas
y llanas bañadas por las aguas de la memoria.
Ante la mellada estatua de la diosa del juicio.
No sufren no esperan
porque no habrá juicio. Pero la justicia
ha dejado su marca.
De Mar abierto
No mueren: van a islas resecas
y llanas bañadas por las aguas de la memoria.
Ante la mellada estatua de la diosa del juicio.
No sufren no esperan
porque no habrá juicio. Pero la justicia
ha dejado su marca.
De Mar abierto
18 de agosto de 2009
17 de agosto de 2009
Krystyna Miłobędzka II
¿huellas de quién? ¿lágrimas de quién?
¿palabras de quién?
¿árboles de quién? ¿montañas de quién? ¿campos de quién?
¿nubes de quién?
huellas mías. lágrimas mías.
palabras mías
árboles míos. montañas mías, campos míos.
nubes mías.
perdidos.
perdidos por el camino.
De perdido
¿palabras de quién?
¿árboles de quién? ¿montañas de quién? ¿campos de quién?
¿nubes de quién?
huellas mías. lágrimas mías.
palabras mías
árboles míos. montañas mías, campos míos.
nubes mías.
perdidos.
perdidos por el camino.
De perdido
15 de agosto de 2009
Krystyna Miłobędzka (1932)
me gustaría simplemente correr
correr para nada
correr hacia nada
sólo correr
por correr
correr
De perdido
correr para nada
correr hacia nada
sólo correr
por correr
correr
De perdido
13 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Piotr Bratkowski (1955)
Hoy los Casagrande han estado en Cracovia. Pasados unos días del bombardeo de poemas de Varsovia, y una vez dejados atrás los nervios, he notado una cierta satisfacción con el efecto conseguido. Espero que sus planes de "bombardear" otras ciudades -Dresden, Berlín, Hiroshima, ...-, lleguen a buen puerto. Ahí va otro de los "poemas-bomba" de Varsovia:
Oleografía
calles vacías una patrulla en cada portal
continúa la espesa oscuridad de la ciudad tomada
en la ventana de un bloque una luz solitaria:
una hermosa quinceañera se quita la blusa
este muchacho será su primer amante
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
Oleografía
calles vacías una patrulla en cada portal
continúa la espesa oscuridad de la ciudad tomada
en la ventana de un bloque una luz solitaria:
una hermosa quinceañera se quita la blusa
este muchacho será su primer amante
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
12 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Marcin Baran (1963)
Éste era otro de los poemas que surcaron los cielos de Varsovia el sábado pasado y aunque no puedo decir que crea en la manida frase de que "una imagen vale más que mil palabras", en la página de Los Casagrande es posible ver desde ayer lo que ellos han denominado el video oficial del bombardeo de poemas de Varsovia, http://casagrande.bligoo.com/tag/varsovia.
Tierra sometida
Planicies llenas de ríos y de vientos,
pinos manchados de sol, de hierba amarillenta,
el más hermoso espacio del destierro terrestre
transformado en cárcel sin rejas ni muros.
Las crueldades del pasado parecen nada
cuando la violencia pasa suavemente y regresa
de acuerdo con el ritmo de las estaciones del año,
trenzando de arrugas rostros cada vez más viejos.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
Tierra sometida
Planicies llenas de ríos y de vientos,
pinos manchados de sol, de hierba amarillenta,
el más hermoso espacio del destierro terrestre
transformado en cárcel sin rejas ni muros.
Las crueldades del pasado parecen nada
cuando la violencia pasa suavemente y regresa
de acuerdo con el ritmo de las estaciones del año,
trenzando de arrugas rostros cada vez más viejos.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
10 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Agnieszka Wolny-Hamkało IV
El bombardeo poético se Varsovia se abre ahora paso en forma de eco en los medios de comunicación y así era como hoy se podía leer una elogiosa noticia en el suplemento local de Varsovia de Gazeta Wyborcza, el periódico de mayor difusión en Polonia. En este blog se sigue oyendo el eco del revoloteo de los poemas en el aire. Éste sonaba más o menos así:
Canción
Lo olvidó durante el sueño.
Olvidó todo
y se abrazó.
Olvidó que se divorciaban.
Fue por el sueño. Lo olvidó
y se abrazó.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
Canción
Lo olvidó durante el sueño.
Olvidó todo
y se abrazó.
Olvidó que se divorciaban.
Fue por el sueño. Lo olvidó
y se abrazó.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
9 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Jerzy Jarniewicz (1958)
Ya es el día después. El "bombardeo" poético de Varsovia fue un verdadero éxito, al menos para los que no teníamos sobre nosotros la carga de las expectativas provocadas por los otros "bombardeos" poéticos y por lo tanto asistíamos con la ilusión de los niños y veíamos cómo el cielo se llenaba de luces que aparecían y desaparecían en el cielo de Varsovia para acabar finalmente convirtiéndose en papeles de colores -rojos, negros, y siempre blancos- cuando se acercaban a nosotros y nos transformaban en saltimbanquis a la caza de las palabras que se escondían en ellos. Y cuando por fin nos hacíamos con nuestra presa, nuestro ojos se iluminaban y oíamos a nuestro alrededor una palabra mágica: poemas. "Son poemas", decían los niños, los adultos, los viejos, y seguían saltando y capturando al vuelo los marcapáginas del aire, y ellos, todos ellos, todos nosotros, nos convertíamos en poesía.
¿Quién se habrá encontrado este poema?
de pie en el puente
espero
que pase el río
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
¿Quién se habrá encontrado este poema?
de pie en el puente
espero
que pase el río
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
8 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Marta Podgórnik IV
Hoy es el día del "bombardeo" de poemas sobre Varsovia. Entre los poemas que surcarán los aires en busca de lector se encontrará también éste:
ultra
me parece que entiendo poemas que
hace unos años creía entender.
me parece que también te entiendo a ti.
así es la vida, me he quedado sola.
con la bruma, las anfetaminas y mis perlas.
porque también entendí las canciones.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
ultra
me parece que entiendo poemas que
hace unos años creía entender.
me parece que también te entiendo a ti.
así es la vida, me he quedado sola.
con la bruma, las anfetaminas y mis perlas.
porque también entendí las canciones.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
7 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Julia Fiedorczuk (1975)
Entre los poemas "bomba" que mañana a partir de las 20,15 llenarán el cielo de Varsovia, se encuentra también éste:
Esperando una llamada
No te lo vas a creer, la luna
sola se asomó a la ventana;
era de plastilina y tenía
el pelo rojo.
Después seguramente me quedé dormida
porque ahora en la ventana anda
una nube gorda y negra.
Traducción Gerardo Beltrán y Abel Murcia
Esperando una llamada
No te lo vas a creer, la luna
sola se asomó a la ventana;
era de plastilina y tenía
el pelo rojo.
Después seguramente me quedé dormida
porque ahora en la ventana anda
una nube gorda y negra.
Traducción Gerardo Beltrán y Abel Murcia
6 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Maciej Melecki (1969)
El “bombardeo” de poemas del sábado que viene en Varsovia se ha visto precedido de una lectura de algunos de los poemas “bomba” en lectura de Marcin Sendecki (que ha sido el poeta que ha seleccionado los poemas y a los poetas polacos que debían ser traducidos), en el caso de las traducciones al polaco de los poemas de los poetas chilenos, y de Gerardo Beltrán, en el caso de las traducciones al español de los poemas de los autores polacos. El acto ha tenido lugar en el Museo de Arte Contemporáneo de Varsovia en Zamek Ujazdowski esta noche a las 20,00 horas, y ha contado con la asistencia de varios de los poetas polacos traducidos y de los miembros del colectivo Casagrande. El sábado queda ya algo más cerca.
Con todas sus fuerzas
Dos autobuses se detienen en el semáforo.
Paralelos. Desde el de la izquierda unos niños saludan
con todas sus fuerzas a los pasajeros del de la derecha. Nadie
les contesta. Es jueves, poco antes
de las siete. Se anuncia un día impecablemente
soleado. Simplemente ideal para las excursiones.
Los niños se alegran. Los pasajeros van al trabajo,
a la escuela. Con todas sus fuerzas aprietan los dientes,
vuelven la cabeza, bajan la mirada.
Los autobuses arrancan con el verde.
Paralelos.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
Con todas sus fuerzas
Dos autobuses se detienen en el semáforo.
Paralelos. Desde el de la izquierda unos niños saludan
con todas sus fuerzas a los pasajeros del de la derecha. Nadie
les contesta. Es jueves, poco antes
de las siete. Se anuncia un día impecablemente
soleado. Simplemente ideal para las excursiones.
Los niños se alegran. Los pasajeros van al trabajo,
a la escuela. Con todas sus fuerzas aprietan los dientes,
vuelven la cabeza, bajan la mirada.
Los autobuses arrancan con el verde.
Paralelos.
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
5 de agosto de 2009
CASAGRANDE - Andrzej Niewiadomski (1965)
El día 8 de agosto, entre las 20,15 horas y las 22,00 Varsovia se convertirá en la cuarta ciudad, después de Santiago de Chile, Dubrovnik y Guernica, "bombardeada" con poesía. Las "bombas" serán poemas en español y en polaco de autores chilenos y polacos. Es una iniciativa de un colectivo chileno conocido bajo el nombre de Casagrande, http://casagrande.bligoo.com/tag/varsovia, y en su página web se puede encontrar información sobre la motivación y el sentido del evento. La mayoría de las traducciones al español de los cuarenta poetas polacos son obra conjunta del poeta mexicano, traductor, y sobre todo íntimo amigo, Gerardo Beltrán, y mías. Durante estos días colgaré en el blog algunas de esas traducciones.
Sueño, oscuridad, verdor. Los contrarios se mecen
como boyas no ancladas en el día -y flotan.
Las gotas sofocaron todo, sobre los árboles
habrá algas, cianobacterias, que se volverán oscuridad
y verdor. Y la ciudad nos contará sobre otra
vida. No hay nada más espacioso. ¡Y cómo nos
alegran los puntos, las gotas y cilios, las aletas! Cosas
que no mantienen el curso ni el sueño, el duermevela
los murmullos tiemblan, el temblor sopla "otras, otras"
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
Sueño, oscuridad, verdor. Los contrarios se mecen
como boyas no ancladas en el día -y flotan.
Las gotas sofocaron todo, sobre los árboles
habrá algas, cianobacterias, que se volverán oscuridad
y verdor. Y la ciudad nos contará sobre otra
vida. No hay nada más espacioso. ¡Y cómo nos
alegran los puntos, las gotas y cilios, las aletas! Cosas
que no mantienen el curso ni el sueño, el duermevela
los murmullos tiemblan, el temblor sopla "otras, otras"
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia
3 de agosto de 2009
Bronisław Maj (1953)
Después de una época alejado del blog y dedicado a menesteres más ociosos, vuelvo a él -aunque no sé si con renovadas energías-.
En una de las últimas entradas del blog, hace ya un tiempo, Ángel, uno de los fieles amigos, se preguntaba -o al menos eso creí entender- sobre el papel que jugaba la religión -tan presente en otros ámbitos en Polonia- en la poesía polaca. Es cierto que por lo aparecido en este blog hasta ahora podría parecer que no jugaba ningún papel. Sin duda, esa imagen es fruto de una selección de poemas hecha siempre desde mi gusto personal, pero estaría muy lejos de ser un fiel reflejo -si esa idea puede, o debe, existir- del panorama poético polaco. Tal y como le prometí en su día a Ángel cuelgo algunos poemas que presentan algunos aspectos de la cuestión.
La gracia de la respiración y el don
del recuerdo, el privilegio del hambre, de la sed
y del sueño, el don de la vista y la gracia
del tacto, de la alegría y del dolor: es excesivo.
Aunque sea un momento, olvídame
Señor.
De Otro idioma
En una de las últimas entradas del blog, hace ya un tiempo, Ángel, uno de los fieles amigos, se preguntaba -o al menos eso creí entender- sobre el papel que jugaba la religión -tan presente en otros ámbitos en Polonia- en la poesía polaca. Es cierto que por lo aparecido en este blog hasta ahora podría parecer que no jugaba ningún papel. Sin duda, esa imagen es fruto de una selección de poemas hecha siempre desde mi gusto personal, pero estaría muy lejos de ser un fiel reflejo -si esa idea puede, o debe, existir- del panorama poético polaco. Tal y como le prometí en su día a Ángel cuelgo algunos poemas que presentan algunos aspectos de la cuestión.
La gracia de la respiración y el don
del recuerdo, el privilegio del hambre, de la sed
y del sueño, el don de la vista y la gracia
del tacto, de la alegría y del dolor: es excesivo.
Aunque sea un momento, olvídame
Señor.
De Otro idioma
19 de julio de 2009
Jacek Podsiadło (1964)
Poema escrito en cuarenta y cinco segundos
en mi ciudad hay una chica de dieciséis años
de nombre Danka
que presta dinero y no pide que le sea devuelto
o que se acerca y pregunta:
¿quieres una manzana?
dicen que está loca
o como mínimo afirman que es r a r a
por las noches me gustaría llorar por ella
De la plaquette Wah, wah
en mi ciudad hay una chica de dieciséis años
de nombre Danka
que presta dinero y no pide que le sea devuelto
o que se acerca y pregunta:
¿quieres una manzana?
dicen que está loca
o como mínimo afirman que es r a r a
por las noches me gustaría llorar por ella
De la plaquette Wah, wah
18 de julio de 2009
Piotr Maur XI
ya no volveré a hablar del amor.
no sé nada del tema. no hablaré
de la muerte. de la vida tampoco diré nada.
tampoco sé nada de eso. y como tampoco
sé nada de la justicia, de la verdad,
de la belleza, y de otras mil cosas, como no sé tampoco
nada de eso, no hablaré de ellas.
de todas esas cosas os hablarán los políticos.
o los filósofos, o los periodistas y los reporteros.
los visionarios, los predicadores. todos los que viven
de multiplicar las palabras. yo estaré callado.
estaré callado o no hablaré de nada.
estaré callado, no hablaré de nada
o rechinarán mis dientes.
De 28 y 5
no sé nada del tema. no hablaré
de la muerte. de la vida tampoco diré nada.
tampoco sé nada de eso. y como tampoco
sé nada de la justicia, de la verdad,
de la belleza, y de otras mil cosas, como no sé tampoco
nada de eso, no hablaré de ellas.
de todas esas cosas os hablarán los políticos.
o los filósofos, o los periodistas y los reporteros.
los visionarios, los predicadores. todos los que viven
de multiplicar las palabras. yo estaré callado.
estaré callado o no hablaré de nada.
estaré callado, no hablaré de nada
o rechinarán mis dientes.
De 28 y 5
17 de julio de 2009
Piotr Maur X
aquel verano quise ser pescador.
me pasé toda la temporada saliendo a la pesca del arenque.
me quedé todavía después de la temporada para ayudar
en los preparativos para el invierno. las barcas estaban sobre la arena,
limpias de algas y conchas, parcheadas,
con sus quillas hacia el cielo, mientras nosotros removíamos una espesa
brea. en cierto momento uno de los pescadores
me llamó. me dio un gancho. y cuando lo agarré
estiró con fuerza. mis manos se deslizaron por la húmeda
madera y por la pintura roja del extremo.
cuando alejado de los demás estaba restregándome las manos con arena húmeda
aquel tipo se acercó hasta mí y me dijo:
“no ha sido una broma absurda, es para que sepas quién no eres”.
como una enloquecida lady Macbeth me restregué con arena las manos hasta última hora de la tarde
para borrar de ellas aquella excesivamente clara huella de mi crimen.
De 28 y 5
me pasé toda la temporada saliendo a la pesca del arenque.
me quedé todavía después de la temporada para ayudar
en los preparativos para el invierno. las barcas estaban sobre la arena,
limpias de algas y conchas, parcheadas,
con sus quillas hacia el cielo, mientras nosotros removíamos una espesa
brea. en cierto momento uno de los pescadores
me llamó. me dio un gancho. y cuando lo agarré
estiró con fuerza. mis manos se deslizaron por la húmeda
madera y por la pintura roja del extremo.
cuando alejado de los demás estaba restregándome las manos con arena húmeda
aquel tipo se acercó hasta mí y me dijo:
“no ha sido una broma absurda, es para que sepas quién no eres”.
como una enloquecida lady Macbeth me restregué con arena las manos hasta última hora de la tarde
para borrar de ellas aquella excesivamente clara huella de mi crimen.
De 28 y 5
14 de julio de 2009
Piotr Maur IX
Las vacaciones tienen eso. Uno sigue creyendo confiado que allá donde vaya las conexiones a internet funcionarán debidamente, que tendrán tiempo para hacer lo que normalmente no puede, que..., mejor no sigo. La realidad, al menos en este caso, ha resultado muy otra. Aprovecho este momento para seguir colgando poemas de Piotr Maur. A saber cuándo volveré a tener la ocasión...
hace varios días que no estás.
sobre la mesa siguen
la botella y las copas
con vino coagulado en el fondo.
en una de ellas hay huellas de tu pintalabios.
he sucumbido tantas veces a la tentación
y la he acercado tanto a mis labios que se rompió el cristal.
ahora la copa está llena de sangre.
llenaré también la otra. encenderé velas.
pondré flores en un jarrón.
será como entonces. me sentaré. esperaré.
vendrás.
De 28 y 5
hace varios días que no estás.
sobre la mesa siguen
la botella y las copas
con vino coagulado en el fondo.
en una de ellas hay huellas de tu pintalabios.
he sucumbido tantas veces a la tentación
y la he acercado tanto a mis labios que se rompió el cristal.
ahora la copa está llena de sangre.
llenaré también la otra. encenderé velas.
pondré flores en un jarrón.
será como entonces. me sentaré. esperaré.
vendrás.
De 28 y 5
5 de julio de 2009
Piotr Maur VIII
miro como de la pluma se separa una gota de tinta
y cae en la hoja, extiendo la oscura
mancha con el dedo, con curiosidad por saber qué forma adoptará.
la mancha se agranda, crece.
absorbe la hoja, absorbe las palabras.
son muchas las manchas así en mi bloc de notas, cada vez más.
muchas son las manchas, muchas las tachaduras.
cada vez menos superficie en limpio.
cada vez menos luz.
De 28 y 5
y cae en la hoja, extiendo la oscura
mancha con el dedo, con curiosidad por saber qué forma adoptará.
la mancha se agranda, crece.
absorbe la hoja, absorbe las palabras.
son muchas las manchas así en mi bloc de notas, cada vez más.
muchas son las manchas, muchas las tachaduras.
cada vez menos superficie en limpio.
cada vez menos luz.
De 28 y 5
3 de julio de 2009
Piotr Maur VII
sofocante tarde de julio silencio y calma
una pequeña plaza rodeada por tres de sus lados de edificios bajos
mujeres en las ventanas
sudan engordan y mueren contemplando un mar
en el que las pequeñas barcas de sus maridos
se mecen en las olas
las mujeres se eternizan en las ventanas cuando cruzo la plaza en diagonal
voy en dirección a la playa
están cuando regreso al atardecer
oigo el alegre golpear de sus aletas contra el suelo
ante la noticia de la descarga del pescado y sus maridos
desde la cuesta en la que me alojo esta noche este pueblo
parece una lata abierta de sardinas
en el tomate de un sol que se pone
De setenta y seis
una pequeña plaza rodeada por tres de sus lados de edificios bajos
mujeres en las ventanas
sudan engordan y mueren contemplando un mar
en el que las pequeñas barcas de sus maridos
se mecen en las olas
las mujeres se eternizan en las ventanas cuando cruzo la plaza en diagonal
voy en dirección a la playa
están cuando regreso al atardecer
oigo el alegre golpear de sus aletas contra el suelo
ante la noticia de la descarga del pescado y sus maridos
desde la cuesta en la que me alojo esta noche este pueblo
parece una lata abierta de sardinas
en el tomate de un sol que se pone
De setenta y seis
2 de julio de 2009
Piotr Maur VI
las ventanas de mi habitación dan al cementerio
la vista de todas esas lápidas
amontonadas espesamente entre los arces
me va hartando poco a poco
a veces consigo ver a los sepultureros trabajando
arrojando paletadas de césped y tierra
cuando alumbra el sol parece
como si hubieran encontrado una veta de oro
sin embargo es más habitual verlos mientras descansan
en este preciso momento uno de ellos está de pie apoyado en la pala
y con el dorso de la mano se quita el sudor de la frente
cuando se da la vuelta hacia mí parece como
si me estuviera llamando
De setenta y seis
la vista de todas esas lápidas
amontonadas espesamente entre los arces
me va hartando poco a poco
a veces consigo ver a los sepultureros trabajando
arrojando paletadas de césped y tierra
cuando alumbra el sol parece
como si hubieran encontrado una veta de oro
sin embargo es más habitual verlos mientras descansan
en este preciso momento uno de ellos está de pie apoyado en la pala
y con el dorso de la mano se quita el sudor de la frente
cuando se da la vuelta hacia mí parece como
si me estuviera llamando
De setenta y seis
30 de junio de 2009
Piotr Maur IV
Este blog empezó con tres poemas de Piotr Maur, uno de los poetas polacos que yo personalmente más valoro. Tuve la suerte de conocerlo hace un tiempo -gracias a la casualidad-, y de comparftir con él una agradable velada en compañía de algunos amisgos y de mis queridos Gerardo Beltrán y Xavier Farré.
a veces tengo la impresión de que las cosas
no pueden ir peor
pero después resulta siempre
que estoy muy equivocado
con respecto a lo que es imposible
si creyera en la vida de ultratumba
el asunto sería totalmente distinto
sería seguro que las cosas no pueden ir peor
cuando morir no fuera del todo malo
De setenta y seis
a veces tengo la impresión de que las cosas
no pueden ir peor
pero después resulta siempre
que estoy muy equivocado
con respecto a lo que es imposible
si creyera en la vida de ultratumba
el asunto sería totalmente distinto
sería seguro que las cosas no pueden ir peor
cuando morir no fuera del todo malo
De setenta y seis
24 de junio de 2009
Piotr Maur IV
el mar devolvió su cuerpo
unos días después
es cierto que parecía
como medio digerida
la blanca risa de los charranes caía
bajo cierto ángulo en relación a los rayos del sol
con cierto esfuerzo
se podría haber calculado
De setenta y cinco
unos días después
es cierto que parecía
como medio digerida
la blanca risa de los charranes caía
bajo cierto ángulo en relación a los rayos del sol
con cierto esfuerzo
se podría haber calculado
De setenta y cinco
23 de junio de 2009
Jakub Wojciechowski II
A veces sorprende encontrar determinadas denominaciones para determinados poemas. Este es uno de esos casos. En el original tampoco se respeta la medida clásica del haiku.
haiku
me gustan las mujeres con ese temperamento
dije contestó
no tengo ningún puto temperamento
De Somnolienta limpieza
haiku
me gustan las mujeres con ese temperamento
dije contestó
no tengo ningún puto temperamento
De Somnolienta limpieza
22 de junio de 2009
Jakub Wojciechowski (1972)
Jakub Wojciechowski (1972)
el cielo de sainte-mère-église
miré en el fregadero
para ver
qué tal
mi montón
de cacharros sucios
de hacía una semana
y vi que
una pequeña mariposa nocturna
había quedado atrapada en un cazo
con agua y flotaba
sin remedio
como una hoja blanca
cuando de repente
poco a poco
movió
las alas
sin saber por qué
pensé
en el cielo
de sainte-mère-église
cubierto por nubes
de paracaídas
y gotas
de paracaidistas
que aterrizaban
en los pantanos
y de repente
poco a poco
se hundían
bajo el peso
de su propio
equipo
De Somnolienta limpieza
el cielo de sainte-mère-église
miré en el fregadero
para ver
qué tal
mi montón
de cacharros sucios
de hacía una semana
y vi que
una pequeña mariposa nocturna
había quedado atrapada en un cazo
con agua y flotaba
sin remedio
como una hoja blanca
cuando de repente
poco a poco
movió
las alas
sin saber por qué
pensé
en el cielo
de sainte-mère-église
cubierto por nubes
de paracaídas
y gotas
de paracaidistas
que aterrizaban
en los pantanos
y de repente
poco a poco
se hundían
bajo el peso
de su propio
equipo
De Somnolienta limpieza
16 de junio de 2009
Dawid Markiewicz III
Delete yourself, o Dawid Markiewicz escucha Atari Teenage Riot
la memoria es un castigo – marta dzido
a veces me gustaría olvidarme de mí, resetear la mente,
cortar cada nuevo pensamiento, samplear los recuerdos
en sonidos inaudibles, corregir la cara en el photoshop,
retocar los pensamientos negros, encerrarme en mi habitación,
mixear con la vida.
escuchar con atención en el silencio, anotar nuevas experiencias, navegar
sin rumbo sin adaptarme al entorno. nacer
otra vez sin dejarme llevar por el inconsciente,
que emite señales poco claras.
reducir la resolución del ego, olvidar aquello
que creo que sé.
limitar el teclado a tres teclas.
apretar control alt delete.
De Flashback
la memoria es un castigo – marta dzido
a veces me gustaría olvidarme de mí, resetear la mente,
cortar cada nuevo pensamiento, samplear los recuerdos
en sonidos inaudibles, corregir la cara en el photoshop,
retocar los pensamientos negros, encerrarme en mi habitación,
mixear con la vida.
escuchar con atención en el silencio, anotar nuevas experiencias, navegar
sin rumbo sin adaptarme al entorno. nacer
otra vez sin dejarme llevar por el inconsciente,
que emite señales poco claras.
reducir la resolución del ego, olvidar aquello
que creo que sé.
limitar el teclado a tres teclas.
apretar control alt delete.
De Flashback
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