ha exigido buscar y preguntar así que pasea por la orilla de un mar frío como si el clima
del norte pudiera dar marcha atrás al tiempo pero no le importa el tiempo es la escarcha
absorbida por los duros cascos de los barcos son los muelles sí la lejanía es el sentido
repite mirando las pequeñas luces del horizonte se abandona
al yodo y al frío pequeñas piedrecillas crujen bajo los pies hoy es
capaz de contar cada detalle de sí misma cada cicatriz el crujido
del tobillo roto cuando transportaba el heno quiere que alguien le pregunte
por la primavera de mil novecientos noventa por la cicatriz de la barriga por su hija
y por las hierbas secas en el muro oscurece el mar se enfría
silencio dentro de nada aparecerá alguien para llevársela la cubrirá con una manta
la acompañará al calor de algún lugar la despertará le cerrará los ojos