30 de noviembre de 2009
Rafał Podraza II
a partir de voy a vivir de otra forma.
se acabó eso de ser un chico bueno.
es hora de cambiar.
esta competición de ratas de la vida moderna ya ha empezado
ha llegado el momento de sumarse a ella...
... no hay que olvidar que hubo una época en la que
hacía los cien metros en 11,3.
De mi intimidad
se acabó eso de ser un chico bueno.
es hora de cambiar.
esta competición de ratas de la vida moderna ya ha empezado
ha llegado el momento de sumarse a ella...
... no hay que olvidar que hubo una época en la que
hacía los cien metros en 11,3.
De mi intimidad
29 de noviembre de 2009
Rafał Podraza (1975)
al otro lado de la ventana la noche.
yo solo.
al otro lado de la ventana el día.
yo solo.
así que cuento los segundos. cuento los minutos. las horas.
nada.
así que cuento los días. las semanas. los meses.
cuento los años -
nada.
al otro lado de la ventana la noche.
una más.
al otro lado de la ventana el día.
uno más.
he dejado de contar con nada.
De mi intimidad
yo solo.
al otro lado de la ventana el día.
yo solo.
así que cuento los segundos. cuento los minutos. las horas.
nada.
así que cuento los días. las semanas. los meses.
cuento los años -
nada.
al otro lado de la ventana la noche.
una más.
al otro lado de la ventana el día.
uno más.
he dejado de contar con nada.
De mi intimidad
28 de noviembre de 2009
Piotr Sommer VIII
Nuevos días
¡No hay futuro, no ha habido
pasado! Ahora sólo hay:
diversidad y presente.
Viva la diversidad
del pasado, es decir
de aquello que no ha sido
porque no es. ¡Sólo estoy yo!
De En la tierra por la mañana
¡No hay futuro, no ha habido
pasado! Ahora sólo hay:
diversidad y presente.
Viva la diversidad
del pasado, es decir
de aquello que no ha sido
porque no es. ¡Sólo estoy yo!
De En la tierra por la mañana
27 de noviembre de 2009
Jacek Dehnel (1980)
Incluso si subiera al tren y atravesara ahora
las negras ciudades de la noche, y te tuviera agarrada de la mano,
levemente, de todas formas morirías en otra parte:
en una pequeña y vacía celda, en el cuerpo. Todas las palabras,
el lenguaje cuidado, se van, se desprenden. Queda
algo pequeño, seco. ¿Un hueso? ¿Un tallo? ¿Una piedra?
Varsovia, 19 I 2009
De Carta de ajuste
las negras ciudades de la noche, y te tuviera agarrada de la mano,
levemente, de todas formas morirías en otra parte:
en una pequeña y vacía celda, en el cuerpo. Todas las palabras,
el lenguaje cuidado, se van, se desprenden. Queda
algo pequeño, seco. ¿Un hueso? ¿Un tallo? ¿Una piedra?
Varsovia, 19 I 2009
De Carta de ajuste
26 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki XIII
En la entrada anterior repetía con ligeras variaciones el poema de Ryszard Krynicki con el que abría la serie de poemas de este autor el día 6 de marzo.
Con el que cuelgo ahora cierro de momento la presentación de poemas de este autor.
Para no herir a nadie
No por vergüenza,
sino para no herir a nadie
oculto en ocasiones mis miserias. A veces
hacemos lo mismo con la verdad.
De No mucho más
Con el que cuelgo ahora cierro de momento la presentación de poemas de este autor.
Para no herir a nadie
No por vergüenza,
sino para no herir a nadie
oculto en ocasiones mis miserias. A veces
hacemos lo mismo con la verdad.
De No mucho más
Ryszard Krynicki XII
Has llegado muy arriba
¡Has llegado muy arriba, mi pequeño caracol,
hasta la hoja más alta del saúco!
Pero recuerda: ya estamos a finales de septiembre.
Berlín occidental, septiembre de 1979
De No mucho más
¡Has llegado muy arriba, mi pequeño caracol,
hasta la hoja más alta del saúco!
Pero recuerda: ya estamos a finales de septiembre.
Berlín occidental, septiembre de 1979
De No mucho más
25 de noviembre de 2009
24 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki XI
Esta tarde he estado hablando con María y Fernando, dos amigos, sobre la memoria. Creo que sería más acertado decir "sobre la falta de memoria". La mía. Que no la de ellos. Regreso a casa y me encuentro con este poema de Krynicki.
Creía que estaba ejercitando la memoria
y es ella la que hace conmigo
lo que quiere.
De Poemas, voces
Creía que estaba ejercitando la memoria
y es ella la que hace conmigo
lo que quiere.
De Poemas, voces
22 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki X
Las celebraciones de la caída del muro de Berlín, me llevan a un poema de Krynicki publicado en Poco más, poemario que ve la luz en 1981.
Realismo
El espíritu de la paloma de la paz
con una bandera blanca en el pico
sobrevuela el muro de Berlín:
un francotirador
lo mantiene en el punto de mira.
De Poco más
Realismo
El espíritu de la paloma de la paz
con una bandera blanca en el pico
sobrevuela el muro de Berlín:
un francotirador
lo mantiene en el punto de mira.
De Poco más
Ryszard Krynicki IX
Siglo
El siglo del progreso ha liberado demonios
que en la Edad Media
ni siquiera se habían soñado.
De Poemas, voces
El siglo del progreso ha liberado demonios
que en la Edad Media
ni siquiera se habían soñado.
De Poemas, voces
21 de noviembre de 2009
Ryszard Krynicki VIII
Hace apenas un mes la editorial a5 publicaba en un solo volumen -bajo el título Poemas escogidos- gran parte de la obra poética de Ryszard Krynicki. Aprovecho para hundirme nuevamente en el pensamiento del gran poeta polaco.
Hay que ser
Hay que ser libre
para aprender
de los propios errores.
De Poemas, voces (1987)
Hay que ser
Hay que ser libre
para aprender
de los propios errores.
De Poemas, voces (1987)
20 de noviembre de 2009
Jerzy Jarniewicz III
Sábana blanca
soy para que otros sean
llevo en mí
a aquellos que me odiarán
y a aquellos para los que seré santa
en mis vísceras
la alquimia
se convierte en cotidianeidad
aunque soy la vida
será la sangre
quien sea testimonio
de mi inocencia
De Hay cosas que no existen
soy para que otros sean
llevo en mí
a aquellos que me odiarán
y a aquellos para los que seré santa
en mis vísceras
la alquimia
se convierte en cotidianeidad
aunque soy la vida
será la sangre
quien sea testimonio
de mi inocencia
De Hay cosas que no existen
19 de noviembre de 2009
Jerzy Jarniewicz II
Soy consciente de que el "sznur" del título origina del poema podría ser traducido como "cuerda", que a fin de cuentas es de lo que colgaba la llave de aquellos que la llevaban al cuello para no perderla, pero opto por "soga" en la lectura que hago del poema. Tampoco es un "error" por confusión el título del libro, que responde al polaco "dowód z tożsamości".
Soga
la infancia
la llave del piso
colgada al cuello
como una piedra
desgajada de la roca
sobre la que se edificó el hogar
De Documento de la identidad
Soga
la infancia
la llave del piso
colgada al cuello
como una piedra
desgajada de la roca
sobre la que se edificó el hogar
De Documento de la identidad
18 de noviembre de 2009
15 de noviembre de 2009
Julia Fiedorczuk (1975)
Dedicatoria
Este poema es para ti, querido lector.
Habla de una araña, de sentimientos, y de aquello
inexpresable.
No hay una araña allí donde te escribo.
Tengo una araña en la cabeza, hilos de telaraña
suaves como el moho.
O valiosos como una soga de brillantes perlas
al amanecer. Estoy pensando
en ese tiempo oculto en el que se está desnudo y mojado
como la tierra.
Cuando un Buda cariñoso sale de los jazmines,
chiquillo tatuado,
telaraña de arrugas en el rostro de una anciana
que sonríe: ese tiempo, nuestro sueño compartido
tejido de palabras. ¡Perdón! Me
ha salido así. Los cariños son comp-
lejos. Porque se quiere a las personas y a los árboles,
esta piedra, seguro que existía,
ahora te la doy,
sostenla.
De Oxígeno
Este poema es para ti, querido lector.
Habla de una araña, de sentimientos, y de aquello
inexpresable.
No hay una araña allí donde te escribo.
Tengo una araña en la cabeza, hilos de telaraña
suaves como el moho.
O valiosos como una soga de brillantes perlas
al amanecer. Estoy pensando
en ese tiempo oculto en el que se está desnudo y mojado
como la tierra.
Cuando un Buda cariñoso sale de los jazmines,
chiquillo tatuado,
telaraña de arrugas en el rostro de una anciana
que sonríe: ese tiempo, nuestro sueño compartido
tejido de palabras. ¡Perdón! Me
ha salido así. Los cariños son comp-
lejos. Porque se quiere a las personas y a los árboles,
esta piedra, seguro que existía,
ahora te la doy,
sostenla.
De Oxígeno
14 de noviembre de 2009
Michał Kędzierski II
Anochecer
Hojas de los castaños en la hierba
Como manchas de óxido. Casi
Noviembre. Mira:
Desde la ventana del tranvía
Pasa como en el cine - cuadro
Tras cuadro una película en la que en breve
Caerá la noche - un gran silencio en el rodaje.
De Un gato en el hipermercado
Hojas de los castaños en la hierba
Como manchas de óxido. Casi
Noviembre. Mira:
Desde la ventana del tranvía
Pasa como en el cine - cuadro
Tras cuadro una película en la que en breve
Caerá la noche - un gran silencio en el rodaje.
De Un gato en el hipermercado
13 de noviembre de 2009
Michał Kędzierski (1975)
entre la nieve
mece el viento cenizas
mueren las llamas
De Un gato en el hipermercado
mece el viento cenizas
mueren las llamas
De Un gato en el hipermercado
12 de noviembre de 2009
Mariusz Grzebalski IV
Me siento un poco
como si este libro lo hubiera escrito mi
hermano menor. Le tengo cariño a ese hermano.
Éstas son las palabras que encuentro en la contraportada del poemario Negativo y decido seguir traduciendo algunos poemas más de Mariusz Grzebalski.
Pregunta retórica
Se fueron yendo cansados: la mujer pelirroja,
los gitanos-guitarristas, el cartero
de los recuerdos de infancia,
los viejos vistos en la parte alta de las montañas,
en algún lugar de los Tatras, y los dos niños
que embelesados con el círculo del agua
intentaban capturarlo en la palma de la mano.
¿A la búsqueda de nuevas fuentes, de nuevos tiempos?
De Negativo
como si este libro lo hubiera escrito mi
hermano menor. Le tengo cariño a ese hermano.
Éstas son las palabras que encuentro en la contraportada del poemario Negativo y decido seguir traduciendo algunos poemas más de Mariusz Grzebalski.
Pregunta retórica
Se fueron yendo cansados: la mujer pelirroja,
los gitanos-guitarristas, el cartero
de los recuerdos de infancia,
los viejos vistos en la parte alta de las montañas,
en algún lugar de los Tatras, y los dos niños
que embelesados con el círculo del agua
intentaban capturarlo en la palma de la mano.
¿A la búsqueda de nuevas fuentes, de nuevos tiempos?
De Negativo
11 de noviembre de 2009
Hoy hace un año
Hoy hace un año que abrí este blog. 365 días dan para pararse a pensar muchas veces si seguir o no seguir y no he sido una excepción (en ocasiones he torturado a Xavier Farré con esas dudas, él que ya hace más de dos años que lleva su blog, http://xavierfarreabcd.blogspot.com, siempre ha estado ahí dando ánimos). Hace un tiempo, el 19 de septiembre, empecé a colgar también fotografías, siguiendo el consejo entre otras personas de Fernando Valls (si alguien no conoce su magnífico blog, no sabe lo que se pierde:http://nalocos.blogspot.com), que desde el principio me recomendó que introdujera imágenes en el blog.
Hoy, y de momento sin ninguna intención de seguir en esa línea, cuelgo uno de mis poemas, recogido en el libro Em voz baixa/En voz baja, publicado en Portugal hace algo más de un mes en la editorial Qual Albatroz. Si alguien tiene curiosidad ahí va una página en la que se presenta el libro: www.emvozbaixa.qualalbatroz.pt) (para ver la presentación hay que ir "clicando" en los distintos campos: los nombres, los pájaros, etc.)
Colecciono cajas de latón, de madera,
de piedra, de laca china, de bambú,
de hojas de palmera, de papel maché,
de cartón, de tela, de plástico.
Las lleno de cosas. De entradas de teatro, de cine,
de tarjetas de restaurantes, de billetes de metro,
de publicidad, de notas ilegibles que yo mismo escribí,
de números de móvil –sin nombre,
como no podía ser de otra manera-,
de teléfonos, direcciones,
códigos secretos de un desconocido
que tiene mi letra y usa mi misma pluma
de tinta marrón,
de clips, chinchetas, post its, facturas de taxi,
tarjetas de parking, marcapáginas
que nunca han visto un libro y que no lo verán,
de piedras con formas curiosas,
de trozos de madera, de hojas secas,
de flores también secas,
de monedas, de billetes de curso legal
de países en los que he estado
y en los que no he estado,
y de todo lo que creo que forma parte de mí
de alguna manera
por incomprensible e inexplicable
que pueda resultar a los demás.
Al principio
las cajas tienen un lugar privilegiado
encima de las mesas, de las estanterías,
de los muebles,
pero poco a poco se van retirando de mi vista
y con ellas esa memoria de mi vida
que queda recogida en su interior.
Con el tiempo cuando tropiezo
con una de ellas por azar
me sorprende encontrar
en su interior
las huellas de alguien que fui.
En esas ocasiones
no puedo dejar de pensar
que es una gran suerte
que nunca hayas cabido
en ninguna de mis cajas.
De Em voz baixa/En voz baja
Hoy, y de momento sin ninguna intención de seguir en esa línea, cuelgo uno de mis poemas, recogido en el libro Em voz baixa/En voz baja, publicado en Portugal hace algo más de un mes en la editorial Qual Albatroz. Si alguien tiene curiosidad ahí va una página en la que se presenta el libro: www.emvozbaixa.qualalbatroz.pt) (para ver la presentación hay que ir "clicando" en los distintos campos: los nombres, los pájaros, etc.)
Colecciono cajas de latón, de madera,
de piedra, de laca china, de bambú,
de hojas de palmera, de papel maché,
de cartón, de tela, de plástico.
Las lleno de cosas. De entradas de teatro, de cine,
de tarjetas de restaurantes, de billetes de metro,
de publicidad, de notas ilegibles que yo mismo escribí,
de números de móvil –sin nombre,
como no podía ser de otra manera-,
de teléfonos, direcciones,
códigos secretos de un desconocido
que tiene mi letra y usa mi misma pluma
de tinta marrón,
de clips, chinchetas, post its, facturas de taxi,
tarjetas de parking, marcapáginas
que nunca han visto un libro y que no lo verán,
de piedras con formas curiosas,
de trozos de madera, de hojas secas,
de flores también secas,
de monedas, de billetes de curso legal
de países en los que he estado
y en los que no he estado,
y de todo lo que creo que forma parte de mí
de alguna manera
por incomprensible e inexplicable
que pueda resultar a los demás.
Al principio
las cajas tienen un lugar privilegiado
encima de las mesas, de las estanterías,
de los muebles,
pero poco a poco se van retirando de mi vista
y con ellas esa memoria de mi vida
que queda recogida en su interior.
Con el tiempo cuando tropiezo
con una de ellas por azar
me sorprende encontrar
en su interior
las huellas de alguien que fui.
En esas ocasiones
no puedo dejar de pensar
que es una gran suerte
que nunca hayas cabido
en ninguna de mis cajas.
De Em voz baixa/En voz baja
10 de noviembre de 2009
Rafał Witek (1971)
Estudio de interior
en un poblacho de mala muerte, en un edificio junto a las vías
sobre el televisor, junto a otras, hay una fotografía mía
de cuando todavía bebé palpaba por la mano
al ángel de la guarda, y sólo por la mano.
los muebles siguen estando en el mismo sitio
y se mece el sillón con el asiento de mimbre,
del que se levantó Alguien para poner un té -
y desde que se levantó, ya no lo he vuelto a ver nunca.
De Autorretrato con signo de interrogación
en un poblacho de mala muerte, en un edificio junto a las vías
sobre el televisor, junto a otras, hay una fotografía mía
de cuando todavía bebé palpaba por la mano
al ángel de la guarda, y sólo por la mano.
los muebles siguen estando en el mismo sitio
y se mece el sillón con el asiento de mimbre,
del que se levantó Alguien para poner un té -
y desde que se levantó, ya no lo he vuelto a ver nunca.
De Autorretrato con signo de interrogación
9 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki VII
De verdad
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
Tomo copas
que tú
no te permites, porque
ahorras
para unas lujosas vacaciones.
en el extranjero.
Una araña se pasea
por mis emociones,
una mariposa
toma asiento en mi canapé.
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
De Bajos instintos
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
Tomo copas
que tú
no te permites, porque
ahorras
para unas lujosas vacaciones.
en el extranjero.
Una araña se pasea
por mis emociones,
una mariposa
toma asiento en mi canapé.
Soy
un refinado clochard,
es cierto.
De Bajos instintos
8 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki VI
Si
Si no sabes qué está sucediendo aquí,
si ya no estás seguro de nada,
si no tienes un punto de apoyo,
al menos nombra.
Las dos torres
que ves desde la ventana:
Godzilla
y Hedorah.
De Bajos instintos
Si no sabes qué está sucediendo aquí,
si ya no estás seguro de nada,
si no tienes un punto de apoyo,
al menos nombra.
Las dos torres
que ves desde la ventana:
Godzilla
y Hedorah.
De Bajos instintos
7 de noviembre de 2009
6 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki V
Un ángel peculiar
Creía que se trataba de la muerte, pero
no se trataba de la muerte, seguro que no, era
probablemente una antigua novia
de uno de mis antiguos amigos.
O si no, una antigua camarera de algún
antiguo local, aunque no estoy seguro,
me la encuentro a veces en la ciudad,
entre la multitud, el calor sofocante, me mira y
sé quién es, casi, lo tengo en la punta de la lengua,
mi lengua no tiene fin. Ella me mira
atentamente, sin ningún sentimiento, no se trata de la muerte,
es otra cosa, hoy no ha mirado.
De Bajos instintos
Creía que se trataba de la muerte, pero
no se trataba de la muerte, seguro que no, era
probablemente una antigua novia
de uno de mis antiguos amigos.
O si no, una antigua camarera de algún
antiguo local, aunque no estoy seguro,
me la encuentro a veces en la ciudad,
entre la multitud, el calor sofocante, me mira y
sé quién es, casi, lo tengo en la punta de la lengua,
mi lengua no tiene fin. Ella me mira
atentamente, sin ningún sentimiento, no se trata de la muerte,
es otra cosa, hoy no ha mirado.
De Bajos instintos
5 de noviembre de 2009
Marcin Świetlicki IV
Estos días se celebra la Feria del Libro de Cracovia. Alrededor de la Feria, dentro y fuera de ella, en las librerías de la ciudad, en el marco del Festival Internacional Joseph Conrad, que también se celebra estos días, varios son los autores, polacos y extranjeros, que presentan sus obras y que se encuentran con su público. Marcin Świetlicki, autor referencial en la poesía polaca de la última parte del siglo pasado, es uno de los autores que hoy mismo acaba de presentar su último libro: una novela policíaca escrita a seis manos (Orchidea (Orquídea), escrita junto a Irek Grin y Gaja Grzegorzewska). Pero no es el único libro que acaba de publicar Świetlicki. La Editorial EMG recoge obra poética escrita entre 2006 y 2009 bajo el título de Bajos instintos.
Minimalismo
Me despierto por el insomnio, espero una tormenta.
¡Dios, por favor, una tormenta! ¡Que resalte todas
las siluetas! ¡Que resplandezca,
aunque luego se haga la negrura, muera!
¡Por un solo resplandor,
Dios, por favor, una tormenta, por una sola explosión!
He sido paciente, he soportado muchas
sofocantes y turbias horas.
Un solo segundo limpio, por favor.
De Bajos instintos
Minimalismo
Me despierto por el insomnio, espero una tormenta.
¡Dios, por favor, una tormenta! ¡Que resalte todas
las siluetas! ¡Que resplandezca,
aunque luego se haga la negrura, muera!
¡Por un solo resplandor,
Dios, por favor, una tormenta, por una sola explosión!
He sido paciente, he soportado muchas
sofocantes y turbias horas.
Un solo segundo limpio, por favor.
De Bajos instintos
4 de noviembre de 2009
Jan Polkowski II
Deseo
Declina el día. En el jardín quiebra los helados
brotes de la deucia y mi mujer los arroja al fuego.
Un sol bajo atraviesa un humo ácido y espera
hasta que yo lo cuente todo.
La tierra abraza el fuego y fluye por el cosmos.
Se congelan y se secan los mares, los bosques se tranforman
en ámbar y carbón. Fríos rostros de ónix y cuarzo
se aprestan a dormir.
Se entrelazan: un aire salado, una áspera escarcha
y unas manos fríos.
La parte púrpura de la luz se enciende
y se apaga.
Un mirlo se oye desde otro mundo.
Ya nada. (No te gires).
De Cantus
Declina el día. En el jardín quiebra los helados
brotes de la deucia y mi mujer los arroja al fuego.
Un sol bajo atraviesa un humo ácido y espera
hasta que yo lo cuente todo.
La tierra abraza el fuego y fluye por el cosmos.
Se congelan y se secan los mares, los bosques se tranforman
en ámbar y carbón. Fríos rostros de ónix y cuarzo
se aprestan a dormir.
Se entrelazan: un aire salado, una áspera escarcha
y unas manos fríos.
La parte púrpura de la luz se enciende
y se apaga.
Un mirlo se oye desde otro mundo.
Ya nada. (No te gires).
De Cantus
3 de noviembre de 2009
Jan Polkowski (1953)
Tras haber publicado seis poemarios en la década de los 80 (el primero en 1980 y el último en 1990), ha habido que espera 19 años para ver el siguiente libro de poemas, Cantus, que acaba de aparecer en la editorial a5 de Cracovia con el número 65 de la colección dirigida por el gran poeta polaco Ryszard Krynycki.
Voz
Desde detrás de la ola del sueño llega hasta mí la voz de mi madre.
Dudo un instante: ¿huir en el sueño o enfrentarme al mundo
y escuchar ese susurro de conversación, cuyo significado
ni puedo, ni quiero entender?
No sé quién soy, cuánto años tengo, si existe el futuro,
oscuridad y promesa, principio y premio.
No estoy seguro de estar vivo,
soy feliz.
De Cantus
Voz
Desde detrás de la ola del sueño llega hasta mí la voz de mi madre.
Dudo un instante: ¿huir en el sueño o enfrentarme al mundo
y escuchar ese susurro de conversación, cuyo significado
ni puedo, ni quiero entender?
No sé quién soy, cuánto años tengo, si existe el futuro,
oscuridad y promesa, principio y premio.
No estoy seguro de estar vivo,
soy feliz.
De Cantus
2 de noviembre de 2009
Janusz Szuber VI
Tras una velada literaria
Se acercó. ¿Si la reconozco? No. Para nada. Cero.
Dice su apellido. Ay, es el de casada. Se disculpa.
Dice el de soltera.
Sí, algo más sí me dice. Pero sin "Dios mío".
Y entonces ella directamente, parece que fue ayer
y hace ya cuarenta años, que lo lamenta. Mucho.
Y siempre lo ha lamentado. Entonces pudo suceder.
Ya sabes. No sé. ¿Qué pudo? Suceder.
Hace tiempo que no lo lamento. Entonces - seguro que sí.
¿Citar? ¿Quién era? Y ahora aquí
ante aquel allí un frío cortante.
¿De qué frío habla? No, nada. Ahora ya nada. Así de simple.
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
Se acercó. ¿Si la reconozco? No. Para nada. Cero.
Dice su apellido. Ay, es el de casada. Se disculpa.
Dice el de soltera.
Sí, algo más sí me dice. Pero sin "Dios mío".
Y entonces ella directamente, parece que fue ayer
y hace ya cuarenta años, que lo lamenta. Mucho.
Y siempre lo ha lamentado. Entonces pudo suceder.
Ya sabes. No sé. ¿Qué pudo? Suceder.
Hace tiempo que no lo lamento. Entonces - seguro que sí.
¿Citar? ¿Quién era? Y ahora aquí
ante aquel allí un frío cortante.
¿De qué frío habla? No, nada. Ahora ya nada. Así de simple.
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
1 de noviembre de 2009
Janusz Szuber V
No cuelgues
¿Cómo decírtelo?
Tu padre se pasó toda la noche corriendo detrás de esa inglesa,
Y ella detrás de él. No como tú, asceta.
Siempre le gustaron las mujeres, y él a ellas.
No cuelgues el teléfono. Yo entiendo de esas cosas,
Después de todo es mi hermano menor.
Porque soñé con Zbyszek y se pasó toda la noche
Corriendo detrás de esa inglesa y ella detrás de él.
Un hijo tiene que saber esas cosas.
Así es, una mujer de noventa y tres años.
Por eso no cuelgues el teléfono.
Toda la noche. Al teléfono. ¡No cuelgues!
¿Cómo decírtelo? Dejo de ser. Yo.
¿Entonces, quién? ¿Soy? Dime, ¿soy?
Al teléfono. Después de todo es mi hermano.
¿Verdad? ¡Di que sí! No cuelgues...
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
¿Cómo decírtelo?
Tu padre se pasó toda la noche corriendo detrás de esa inglesa,
Y ella detrás de él. No como tú, asceta.
Siempre le gustaron las mujeres, y él a ellas.
No cuelgues el teléfono. Yo entiendo de esas cosas,
Después de todo es mi hermano menor.
Porque soñé con Zbyszek y se pasó toda la noche
Corriendo detrás de esa inglesa y ella detrás de él.
Un hijo tiene que saber esas cosas.
Así es, una mujer de noventa y tres años.
Por eso no cuelgues el teléfono.
Toda la noche. Al teléfono. ¡No cuelgues!
¿Cómo decírtelo? Dejo de ser. Yo.
¿Entonces, quién? ¿Soy? Dime, ¿soy?
Al teléfono. Después de todo es mi hermano.
¿Verdad? ¡Di que sí! No cuelgues...
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
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