31 de marzo de 2009
Jacek Gutorow II
Dos barcas blancas sobre un fondo blanco.
Dos ritmos del silencio.
El silencio de las barcas que en sus pensamientos
están ya en el lago.
El silencio del blanco en el que se pierden las barcas.
Dos sombras.
De Otro tempo
30 de marzo de 2009
Jacek Gutorow (1970)
Te inventas un poema.
Antes de quedarte dormido.
Se va formando como un sueño.
Todas las palabras.
No te tienes que levantar
y encender la luz.
Sabes que por la mañana
lo recordarás.
Después de todo no escribes
a menudo poemas.
Por la mañana, justo después de despertar
tu primer pensamiento:
el poema.
Pero sí, lo recuerdas.
Todas las palabras.
Sin embargo, ahora
las palabras tienen miedo escénico.
No quiren brillar
con todo su esplendor.
Un día entenderás
qué es lo que echas de menos.
No el poema perdido,
no las palabras brillantes,
sino a ti mismo
en aquel momento
antes de quedarte dormido
en el que no tenías que levantarte
para encender la luz.
De Otro tempo
29 de marzo de 2009
Piotr Sommer VII
no te contará toda su vida
en tres horas ni en tres días, ni siquiera
por mucho que deseara
mostrar que te quiere
y que confía en ti. Simplemente
no hay cómo hacerlo, porque
quién ha dicho que el aprecio
tiene que ir respaldado por un detallado conocimiento.
Nadie, es cierto. Quizá por ello es posible
no tener prisa y es posible permitirse
el silencio, las palabras
sólo cuando uno así lo quiere.
Y ahora intenta confiar en él durante esta ausencia
de palabras, frases e historias.
De Días y noches
27 de marzo de 2009
Piotr Sommer VI
Existen, es verdad, ciertos tipos de trabajo
mejores que otros, esos menos interesantes.
Y a menudo son más llevaderos, porque realizándolos
uno se olvida de sí mismo,
y la cosa va sobre ruedas
cuando encima va uno y no
se da cuenta de ese olvido.
De Días y noches
26 de marzo de 2009
Piotr Sommer V
Cuando ya fui muy adulto
y supe todo mejor,
Mamá adoptó el papel de niña.
Era capaz incluso de escuchar,
pero se aburría un poco.
De Días y noches
25 de marzo de 2009
Piotr Sommer IV
Cuento
Y una vez soñé que teníamos que morir los dos
y que todo el día nos traían a la cama pastillas
para morir, para provocar la muerte
del cuerpo o del alma, no estaba muy claro de qué,
y después por la noche aquello era incluso un poco ridículo
porque no habían hecho efecto.
De Días y noches
23 de marzo de 2009
Marzena Broda III
Se ha escrito tanto de los árboles...
Se ha escrito tanto de los árboles
que miro el calendario y veo
el otoño marcado con un lápiz rojo.
Se ha escrito tanto del otoño,
los números de teléfono también se repiten,
el libro está lleno de cifras y ausencias,
las hojas, igual que la gente, buscan refugio.
A veces creo que el otoño es demasiado verdadero
como para echar mano de él como si fuera un número
de teléfono que marco para colgar una vez más
el auricular. La línea hace tiempo que está cortada,
corre el año 1992 y todo sigue igual que ayer,
mis manos tiemblan, las cosas que usaba
permanecen en un lugar cubiertas con un paño,
los cristales y los espejos se vuelven mates,
se repiten los mismos trucos de las sombras en las paredes,
nadie es más silencioso que ellas,
se encienden las nubes y el sol encerrado
en el interior de una botella azul se apaga.
New Jersey ‘92
22 de marzo de 2009
Grzegorz Wróblewski IV
Mokotów bajo
7 años después todo
sigue igual. ¿Se acuerda usted
todavía de mí?
- le pregunto a una vieja camarera
con dientes de oro.
Un poco más gordo, pero
seguro que más listo no
- se ríe y me da
un vaso. Estoy
otra vez en casa.
De Planetas
21 de marzo de 2009
Jarosław Klejnocki VII
A Tadeusz Róźewicz
Hago los deberes aunque ya no soy
un crío Ahora los pongo yo los corrijo muevo
la cabeza tierna comprensivamente
Pero esta vez soy yo quien tiene que pasar la prueba Así
que le doy la vuelta al espejo como
antes se les daba la vuelta a los cuadros cuando alguien
se iba de casa definitivamente Cierro
los ojos para estar seguro Describe tu rostro
y comparte conmigo su expresión
cambiante El viejo Poeta dice describe tu rostro
de memoria así que miro en
la memoria Dios mío qué vulgaridad
Qué surcos más comunes Aquella hoja blanca
Pequeños detalles que no merecen ni ser
recordados esa ceguera ese abismo
Sin comentarios El ocaso se cruza en mi
camino No lo puedo evitar Lo sé habito en
mi rostro Lo importante habita
fuera de él
De Migajas
El poema de Klejnocki remite al siguiente poema de Różewicz -se puede encontrar en español en la antología del poeta polaco que en Venezuela la editorial bid&co.editor publicó en 2007 bajo el título de Siempre fragmentos. Poemas selectos; la selección y la traducción, así como una nota de los traductores, es de Gerardo Beltrán y mía-:
TAREA ESCOLAR
tarea
para un joven poeta
no describas París
ni Lvov ni Cracovia
describe tu rostro
de memoria
no del espejo
en el espejo puedes confundir
la verdad con su reflejo
no describas un ángel
describe al hombre
con el que te cruzaste ayer
describe tu rostro
y comparte conmigo
su expresión cambiante
no he leído
en la poesía polaca
un buen autorretrato
19 de marzo de 2009
Jarosław Klejnocki VI
ningún rumor ningunos misteriosos
arañazos en las paredes ninguna vibración de las cañerías
ningún perro ladrando escandalosamente al otro lado de
la ventana nadie va al trabajo ningún autobús
llega a la parada y pega un sonoro
frenazo no hay ninguna radio puesta ninguna puerta
se cierra con un portazo No se oye nada como si todo hubiera muerto
O como si durara impaciente antes
de nacer.
18 de marzo de 2009
Jarosław Klejnocki V
No acabo de entenderlo no acabo pero siento
el galope del polvo la carrera de la luz de la guillotina al caer
la oscuridad de los trenes rápidos de los átomos unos ojos
guiñándose excesivamente corazones latientes pasos incesantes.
Un planeta majestuoso un sol insensible alrededor
música espejimos cosas hasta que yo interrumpa su
vida la araña continúa extasiada.
De Habituación
17 de marzo de 2009
Jarosław Klejnocki IV
a Kasia
Te llevo de la mano por este extraño túnel
los relojes fosforecen sobre la boca el vaho pequeñas
gotas caen en nuestras oscuros rostros te agarro
fuerte fuerte y allí nuestra ciudad brilla
como una torta de aniversario.
Mira susurro en voz baja aunque duermes de todas formas no
me oyes mi dedo índice toca tus pestañas
qué puedo hacer qué puedo hacer yo volverá a amanecer
nos encerramos en nuestros cuerpos todavía un día
más. Tristes brotes de plantas solitarias.
Te llevo de la mano y quizá tenga demasiado miedo giro la cabeza
demasiado poco aunque cómo vas a desaparecer
perdona corren tan rápidos los ríos tan poca cosa
esa nieve que cae y qué la fuerza está en los músculos
que desgarran el aire qué soñadora
celestialidad navega sobre nosotros.
De Ciudad abierta
Jarosław Klejnocki III
Antes de que te acerques a la ventana para saludar
al día antes de que la tetera anuncie
su eterna disponibilidad antes de que agarres
el periódico el bolígrafo o quizá antes de que el canalón
toque su metálica diana matutina permanecerás de pie
descubierto indefenso como la niebla antes de que la devore
el fuego de la fría mañana.
De Ciudad abierta
15 de marzo de 2009
Jarosław Klejnocki II
La tormenta anunciada nos llevó a todos a error
Y pasó de largo
Las calles brillaron con un sol vespertino
Yo no me dejaré llevar a error
Todos los caminos
nos sacan de Roma
De Reporteros, fotógrafos, amantes desilusionados
14 de marzo de 2009
Jarosław Klejnocki (1963)
de susurrar algunas palabras Tocar Mirar a
los ojos Tan poca cosa Lo sé Hace frío Mucho
mucho frío
De Reporteros, fotógrafos, amantes desilusionados
10 de marzo de 2009
Ryszard Krynicki VI
Poeta, traductor de poesía alemana y editor. Considerado uno de los miembros más importantes del movimiento literario "Nueva Ola", conocido también con el nombre de "Generación del 68". Su primer poemario ve la luz en 1968. Le seguirán 11 poemarios más, hasta llegar a Piedra, escarcha, publicado en 2005 en la editorial a5 que él mismo dirige con su esposa, Krystyna Krynicka.
Escojo este poema y no dejo de pensar en la entrada que hace unos día Xavier Farré colgaba en su magnífico blog (http://xavierfarreabcd.blogspot.com/) sobre una conversación que en Lleida tenían Antonio Cabrera y Adam Zagajewski sobre la presencia de los pájaros en la obra de este último. Xavier, Gerardo Beltrán -poeta amigo y magnífico traductor de la poesía polaca- y yo mismo nos hemos preguntado muchas veces sobre cómo traducir referencias a la naturaleza presentes en la poesía polaca y tan reconocibles para los poetas como para sus lectores y tan carentes de referente identificable, en la mayoría de los casos, a pesar de su existencia en la realidad española, para el lector en español. ¿Qué decir de ese común carbonero, también de nuestros campos, presente en el poema de Krynicki? Es nuestro problema...
Es tu problema
Ahora es tu problema - parece decirle
al lector de Blake su gato preferido
cuando le lleva el polluelo recién cazado de un carbonero.
De Piedra, escarcha
9 de marzo de 2009
Ryszard Krynicki V
Me despierto a las 3:16.
En mi sueño eran justo las dieciséis tres
lo vi claramente en el reloj de la iglesia
¿en Londres? ¿en Budapest?
Hablamos un rato sobre Brecht,
yo y György Petri,
quinto mío
muerto hace dos años.
(A decir verdad, callábamos
pero sabíamos muy bien de qué se trataba).
Vale –le interrumpí-, pero dime
cómo son las cosas allí.
¿Dónde allí –se encogió de hombros-,
no ves que estamos aquí?
De Piedra, escarcha
8 de marzo de 2009
Ryszard Krynicki IV
A hurtadillas, discretamente
levanto del sendero
a mi hermano mayor,
el caracol,
para que nadie lo pise.
Mayor probablemente millones de años.
Hermano en la inseguridad de la existencia.
Los dos ignoramos por igual
para qué hemos sido creados.
Los dos escribimos por igual preguntas mudas,
cada uno de nosotros con su más íntima escritura:
con el sudor del miedo, con el semen, con la mucosa.
(26 de abril de 2002)
De Piedra, escarcha
7 de marzo de 2009
Ryszard Krynicki III
Es verdad
Sobreviví, es verdad.
Ahora me espera también
una importante labor: alcanzar
el tranvía,
llegar a casa.
Más allá de las dudas de dómo debería sonar en español, sigo leyendo al maestro Krynycki:
Nada, la noche
Nada, la noche mira a través de mí
desde el otro lado de la ventana con la mirada de nadie
del niño que fui, no
soy, no seré.
Ryszard Krynicki II
Sí, sobreviví.
Ahora me espera también
una importante labor: alcanzar
el tranvía,
llegar a casa.
6 de marzo de 2009
Ryszard Krynicki (1943)
Has llegado muy alto, querido caracol,
hasta la hoja más alta del saúco.
Pero recuerda: estamos a finales de septiembre.
4 de marzo de 2009
Equivalencias III y Konstanty Puzyna II
Traduje poemas de Ożóg (3), Puzyna (1), Grześczak (1) y Hoffman (1).
Entre los poemas de Puzyna había uno –que no traduje yo- al que he vuelto en más de una ocasión. Mi versión habría sido algo así:
Determinismo
Cuando te sientes en la mesa de negociaciones con un dictador,
mira sus manos.
Observa,
cómo juega con el bolígrafo, cómo aplasta las colillas
en el cenicero. Esas manos
tienen que aplastar algo, recuérdalo, recuérdalo,
el pájaro carpintero tiene que golpear para limar su pico.
3 de marzo de 2009
Equivalencias II y Konstanty Puzyna (1929-1989)
Weronika M. le cuenta a una vecina
Yacían de un modo extravagante como enredados.
Seguro que tomaron algo cuando la gestapo
aporreó al amanecer. Un sol pálido
se apresuró por el techo hacia las golpeadas puertas.
Sentí un nudo en la garganta alguien había ido con el soplo
era su fin y el nuestro Jesús. Pero no.
Vinieron a por Jurek. Pero Jurek es listo
y no se ha dejado ver desde Navidad. Seit Ostern? du lügst!
Pero quizá lo sabían. No eran más que amenazas.
Y además sabe usted es como una explosión y usted en la puerta.
Vuelan manos calor arremolinadas medusas derramadas
mi marido se sentó empezó a fumar y vi el sudor en su frente
y silencio y ya ha pasado todo. Y ahí está el hoyo.
Y en apariencia el mundo es otra vez azul los carros van
al mercado y nosotros como el humo. El hombre se disipa
toca un jarrón un grifo en la cocina y nada y no piensa
en la remolacha para el barszcz en que hay poca margarina.
Fue hacia las siete cuando llamé allí.
Yacían enredados en ese destino judío.
La cama destrozada su mano sobre ella
y en una taza algo de agua. Por las noches cuando
el toque de queda las ventanas cerradas
los invitábamos a cenar. Siempre
preguntaban cómo iba el mundo cómo estaba Jurek. Les gustaba
reír hablar de los bailes de los viajes
de cómo era en la ópera en Viena qué vetidos se llevan
y ahora aquí esa taza. Casi tres años
habíamos pasado ya con ellos.
Le dije a mi marido se han ido juntos ves
y tú borracho qué. Putero.
Y me trajeron de abajo dos sacos de los de carbón.
2 de marzo de 2009
Ewa Chruściel II
Hoy todo me ha producido una gran alegría
la compra de requesón y su sabor
el abotonarme y desabotonarme los botones
la suela despegada del zapato.
y tu ausencia.
De Revoloteo
1 de marzo de 2009
Ewa Chruściel
El papel sigue cortando mi piel
y después olvido eso una vez más y lo agarro
como un niño
curioso de su olor y de sus usos.
De Revoloteo