15 de octubre de 2009

Agata Tuszyńska X

en Tonanzintla hay una iglesia
hecha con las manos
de los sueños infantiles
de los indios

entro en ella
solemnemente
como en el interior de una tarta

me muevo con cuidado
por suelos
de mazapán

miro las bóvedas
de nata
y los altares de merengue

me recreo con las vidrieras de chocolate
ávida de fe
sabor
vainilla

en esta pastelería Dios
tiene el corazón dorado
de un pirulí


De En orillas ajenas

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