23 de octubre de 2009

Maciej Robert (1977)

A veces entre las tres o cuatro editoriales de poesía que dominan el noventa por ciento del panorama editorial polaco se filtra alguna otra que llama la atención. Suele tratarse de editoriales de carácter algo local, con una limitada y difícil distribución que se limita a una ciudad y poco más. Como últimamente he hablado varias veces con Pepo Paz, editor de Bartleby Editores que intenta desde hace más de diez años abrirse un lugar en el mapa poético español y al que le está costando lo suyo a pesar de tener ya un catálogo de títulos nada despreciable, estoy especialmente sensibilizado. Por ello, cuando Piotr Majorski, de la Librería Bona de Cracovia, me saca -como en los viejos tiempos de este país- de debajo del mostrador unos libros de la editorial Kwadratura de Lódz, no dudo en hacerme con ellos -por eso y porque sigo teniendo una especial simpatía por esa ciudad, en la que pasé mis primeros dos años aquí en Polonia muy al principio de los años 80-. Uno de los autores es Maciej Robert.

Décadas

Después de la merienda nos escapábamos al desván –
por unas carcomidas escaleras. Jugábamos al escondite
con una luz del día que iba desapareciendo, entrevista lascivamente
a través del ojo de la cerradura. Desde aquel lugar se veían

autopistas de polvo que no conducían a ningún lugar, sin nombre
todavía, señaladas con el dedo (una tipología sui generis:
las calles de salida toman el nombre de las ciudades
vecinas). Y en el interior ese olor a cerrado, las bolas de naftalina

en las profundidades de los bolsillos, un fajo de viejas fotografías
con la fecha en su reverso, metidas entre paréntesis
por algún motivo desconocido. Una piel dolorida era recorrida
por la sangre y por una pus amarilla, explotaba un grano.

De Campos vacíos

No hay comentarios: