Vamos
Vamos por una Varsovia bajo la niebla.
El puente parece colgar del aire. Nada sobre él ni tampoco debajo. Nos movemos como ciegos.
Venga, vamos al huerto de Jaroslaw. E inmediatamente el olor de las guindas, la redondez del fruto, su suculencia.
Pero nadie sabe cómo llegar hasta allí. Sólo hay oscuras farolas, pinos apagados.
De Hablándome no sólo a mí misma. Poemas en prosa
16 de septiembre de 2009
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1 comentario:
En la niebla varsoviana había un faro orientador para el despistado transeúnte: la torre del Palacio de la Cultura; esa mole tan denostada, pero ya imprescindible en su paisaje.
Saludos.
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