17 de marzo de 2009

Jarosław Klejnocki III

Cracovia, niebla

Antes de que te acerques a la ventana para saludar
al día antes de que la tetera anuncie
su eterna disponibilidad antes de que agarres
el periódico el bolígrafo o quizá antes de que el canalón
toque su metálica diana matutina permanecerás de pie
descubierto indefenso como la niebla antes de que la devore
el fuego de la fría mañana.


De Ciudad abierta

2 comentarios:

Hutch dijo...

El grito de la tetera es la banda sonora de una mañana polaca.
Saludos.

Abel Murcia abelams77@gmail.com dijo...

Yo me atrevería a más y diría que es la banda sonora de la cotidianeidad en Polonia, y el vapor de esos tés ardiendo que te abrasan la lengua hagas lo que hagas y esperes el tiempo que esperes -que nunca llega a ser el suficiente- es como la bruma permanente que a menudo se asienta en la mirada de la gente en forma de nostalgia.

Un fuerte abrazo,

Abel