6 de diciembre de 2008

Piotr Mitzner (1955)

El de traductor es un oficio a tiempo completo. Una búsqueda permanente, desde una lengua que consideramos -al menos momentáneamente- más nuestra que otras, de modos y formas de decir las cosas que otros han dicho en otras lenguas. En ocasiones, ni siquiera es necesario que alguien haya dicho nada de ninguna manera, basta la mera aparición de un objeto, de una frase, de una sensación, de un algo -en la realidad o en la imaginación- para poner en marcha el mecanismo de rastreo de "cómo se podría traducir". El título del último libro de Piotr Mitzner fue en este caso uno de esos "estímulos": Dom pod świadomością. Intentaré explicar en qué consiste el problema para todo aquel que no entienda el polaco. Primero daré el equivalente español de las tres palabras que aparecen en el título: "casa" "bajo" "conciencia". En segundo lugar, comentaré que una de las formas tradicionales de dar nombre a algunos locales (en particular restaurantes, hoteles, bares, tabernas, casas de pueblo, etc.) es la utilización de la palabra pod + sustantivo (con o sin adjetivos). Podríamos decir, pues, que el título del libro de Mitzner es: La casa de la conciencia. Podríamos, si no fuera por un pequeño detalle la segunda y la tercera de las palabras en cuestión dan juntas una palabra -podświadomość- que significa al mismo tiempo "subconsciente". Por eso opto por La subconsciente casa de la conciencia y como siempre acepto y espero otras propuestas.



Cambio de lugar

1.
El verbo se hizo
carne

la carne está hambrienta
la carne exige
la carne dirige

El verbo no se arrepiente

2.
La mesita y el espejo
Dices: dejo las llaves en la mesita debajo del espejo
pero el espejo ya está colgado en otro sitio
así que dices: dejo las llaves en la mesita
debajo del espejo que no está
mirando el espejo no dices:
éste es el espejo debajo del cual no dejo las llaves


De La subconsciente casa de la conciencia

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