La historia de la literatura, incluyendo en ella –como creo que no puede ser de otra manera, a los traductores- esconde vidas sorprendentes. La de Janina Katz es una de ellas. Nació en Cracovia en 1939 donde sobrevivió a la matanza nazi gracias a la ayuda de las gentes de un pequeño pueblo polaco (Dobczyce). Estudió Filología Polaca y Sociología en la Universidad Jaguellónica de Cracovia. Tras los acontecimientos de marzo de 1968, que tendrían como consecuencia la salida de muchos de los pocos polacos de origen judío que aún quedaban en el país, emigró a Dinamarca. Escribe en danés. En Dinamarca ha publicado once poemarios, cuatro novelas, y dos libros de relatos cortos así como un libro para niños. Su debut literario en prosa fue considerado el mejor libro de 1993 en Dinamarca. Ha recibido numerosos premios literarios y entre ellos la máxima distinción de las letras danesas, el premio de la Academia Danesa de Literatura. Disfruta de una beca vitalicia para la creación otorgada por la Fundación del Arte estatal.
Es también crítica literaria y traductora al danés de la poesía de Miłosz, Szymborska, Różewicz, Lipska y Herbert, y de la prosa de Konwicki y Mrożek. Sus traducciones le merecieron el premio de la revista Kultura -referente no sólo cultural de la emigración polaca en París, fundada en 1947- y una medalla del gobierno polaco que se concede a aquellas personas que han realizado una destacada labor de difusión de la cultura polaca. Ha colaborado con numerosas revistas polacas.
En 2008 publica en la Editorial Austeria (Cracovia/Budapest) un libro bajo el elocuente título de Escrito en polaco. Aquí, tres de los poemas de ese libro:
Duermo mucho.
Pienso mucho.
Por lo general suelo pensar en
que duermo demasiado.
Una suave y peluda pata
me acaricia para adormecerme.
Presiona los párpados.
Sueño con:
las deudas no pagadas,
los exámenes no aprobados,
la mano no estrechada.
Una gran Nada
en la pancarta de la vida.
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El camino
No vayas por ese camino.
Ése es el camino de los que
han perdido el camino:
los sin casa los sin hijos
perros cojeantes.
Y yo:
en el marco de mis ejercicios
de empatía.
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Después de un gran amor,
poca piedad.
Después de un gran engaño,
silencio.
En una ciudad desconocida
pregunto a un peatón
por el camino a tu tumba.
De Escrito en polaco
A todos los que me acompañáis en estas páginas sin papel, no querría acabar hoy sin desearos un FELIZ 2009.
31 de diciembre de 2008
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3 comentarios:
Buscando información, en este último día del año, sobre poesía polaca, encuentro "Al trasluz". ¡Menudo regalo navideño! Gracias, Abel Murcia, cuarto mago de Oriente.
Ah, "después de un gran amor" me ha parecido un poema sensacional. Cúanto dicho en tan poco escrito.
¡Feliz Año 2009 también! y muchas gracias por mantener este estupendo blog.@yahoo.es
Gracias a ambos por darle algo más de sentido a este blog y bienvenidos tantas veces como gustéis.
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