Existen días así: el desayuno en el Teatro
Cien, una luna como una copa con halo. Y
yo que he soñado que tengo el pelo largo, hago
gestos muy religiosos y tengo un bonito nombre.
Pero el sueño ya no irradia luz, desde ese punto de vista
el carnaval ya se ha acabado. Los puntos de sutura ceden suavemente
y el invierno regresa por las cañerías a las madrigueras, el río le ha hecho la cama
al invierno en la alcantarilla. Este domingo cubierto por la ropa de cama
se está realizando plenamente: hablamos desnudos
sobre los santos, nos interrumpimos el uno al otro, decimos
tonterías en voz alta. Los días así son eternos:
botellas sin noticias que el viento hace rodar.
De Ni lo sueñes
25 de febrero de 2009
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2 comentarios:
Estimado Abel, llego a tu blog a través del de Álvaro Valverde y ha sido todo un hallazgo. Te incluyo entre mis blogs de lectura habitual para seguir disfrutando de tus traducciones. Saludos.
Querido Antonio:
Será un placer poder compartir contigo estos ejercicios de lectura y de traducción. Gracias por la andar ahí.
Saludos.
Abel
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