Parada en Corazón
El pueblo vivía de los indios
(harían cualquier cosa por un espejo).
Cuando pasó el coche los niños salieron
del polvo y un tipo con un maletín maldijo
en voz baja. Llegaban de todas partes
montones de aguacates. Tomaron un café
en la estación, después meó
escuchando con atención como un niño.
Sí, sí –dijo la chiquilla
en dialecto sobre la mano abierta.
El choque de las nubes fue acompañado
de una ligera conmoción, y ellos fueron a ver
unas rocas grises y puras. Se sentaron
en unas raíces junto al agua. La piedra
que tiró hacia atrás
le dio en todo el morro al perro.
De Ni lo sueñes
26 de febrero de 2009
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