Tras haber asistido ya hace unos meses, junto a Xavier Farré, a un entrañable acto de homenaje que sus amigos dedican a Julian Kornhauser -de maestros de ceremonias hacían dos de esos amigos, Adam Zagajewski y Ryszard Krynicki-, uno de esos actos que en Cracovia parecen propios más que de otro tiempo, de otro universo, me decido a traducir uno de los poemas de uno de los libros de Kornhauser publicado en 1996, El guijarro y la sombra.
Ya nada
Ya nada.
Humos, dos patos salvajes,
la ceniza de la hoguera.
Ya nada.
Algas dormidas,
un sendero estrecho.
Más allá del agua nada,
más allá de las vías
nada.
Ya nada
nunca nada,
ya nunca
por nada
en el mundo
nada.
De El guijarro y la sombra
1 de enero de 2012
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