23 de septiembre de 2010

Tomasz Różycki IV

La primavera llega

La primavera llega como siempre tres días
enteros tarde: cuando se acaban las reservas
de vitaminas y todo el oxígeno. El agua apesta
y de la muerte puede dar fe por ejemplo el olor.
La primavera llega y brilla con fuerza
a mediodía en las puertas entornadas y devora
el polvo del suelo. Mientras tanto en el cuerpo ya
se han empezado a abrir heridas y hay

numerosos cambios irreversibles. Se agrieta la piel
y se filtra el agua. Y la gramática
se desintegra, y el pensamiento se deforma
al tocar la fría luz. El cuerpo oculto
bajo los vendajes, bajo el papel, siente
cómo la primavera lo toca sucesivamente
en los lugares más sensibles, con destreza de amante,
y la respiración mueve más rápida la cortina.

De El libro de las rotaciones

2 comentarios:

Hutch dijo...

Conseguidos efectos sensoriales de la llegada primaveral. Me congratulo de la vuelta a la poesía (buena poesía). Saludos.

Abel Murcia abelams77@gmail.com dijo...

¿Qué tal, Ángel? Gracias por seguir ahí. La verdad es que ha sido larga esta interrumpida ausencia/presencia bloguera, pero espero que la antología en la que hemos andado metidos Xavi, Gerardo y yo haya merecido la pena.
Abrazos.