No cuelgues
¿Cómo decírtelo?
Tu padre se pasó toda la noche corriendo detrás de esa inglesa,
Y ella detrás de él. No como tú, asceta.
Siempre le gustaron las mujeres, y él a ellas.
No cuelgues el teléfono. Yo entiendo de esas cosas,
Después de todo es mi hermano menor.
Porque soñé con Zbyszek y se pasó toda la noche
Corriendo detrás de esa inglesa y ella detrás de él.
Un hijo tiene que saber esas cosas.
Así es, una mujer de noventa y tres años.
Por eso no cuelgues el teléfono.
Toda la noche. Al teléfono. ¡No cuelgues!
¿Cómo decírtelo? Dejo de ser. Yo.
¿Entonces, quién? ¿Soy? Dime, ¿soy?
Al teléfono. Después de todo es mi hermano.
¿Verdad? ¡Di que sí! No cuelgues...
De El canto de los gallos. Poemas escogidos
1 de noviembre de 2009
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