Una historia común
Levantarse
encender la estufa
los pulmones
los fríos tubos de las tibias
lavarse
beber té
mear
mirar las salidas y las puestas de sol
comer
levantar el vaso hasta la boca
sentir el frío tacto del óbolo de la comunidad bajo la lengua
buscar la patria
en las masturbaciones
en el espejo
en los montones de nieve al otro lado de la ventana
amar
maldecir
respirar el aire negruzco de la ciudad
morir
llorar
La historia es la abeja del verbo
tras el día de la peste
De Lección de biología
6 de enero de 2009
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