18 de enero de 2009

Dariusz Sośnicki III

El señor P. observa una escena de la vida de sus vecinos
de los que sabe que están pasando momentos difíciles

Jan vuelve de una cita, como dice, aunque de sus citas hace ya tiempo que no se desprende nada. Así que cuando cruza el umbral de la puerta con los zapatos llenos de barro, Zofia cuenta el dinero tirado. En sus pensamientos, pero cada vez en voz más alta, se nota.
Jan intenta salvar la situación. Habla de un famoso etnólogo que esperaba un nombramiento, pero el nombramiento pasó a su lado sin dejar rastro. Iba a ser vicerrector de apoyo. “¡Así es como tratan en esta ciudad a los mejores!”
Zofia escucha. Primero para no armarla, con un oído. Después también con el otro y con un pedazo de corazón. Finalmente con todo el corazón. Cada vez mayor.

De Los señores P.

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