Que las coincidencias existen es algo que sabemos todos, pero no por ello dejamos de sorprendernos cuando se nos cruzan en el camino. Ayer sin in más lejos tuve ocasión de convencerme de que era así. Enfrente del Instituto Cervantes de Cracovia hay un café librería (Bona, en honor a la reina polaca de origen italiano) al que acudimos algunos muchas de las mañanas a tomar el primer (o el segundo) café del día. Que la vista se nos vaya hacia las estanterías o las mesas en las que se exponen los libros es algo que no creo que extrañe a nadie. Y eso es lo que sucedió. Entre los libros, me llamó la atención la fotografía de la portada de uno de poesía, que a la postre resultaría ser de Dariusz Sośnicki y que llevaba por título Los señores P. Lo curioso de la fotografía –de la que se mostraba el original “no manipulado” en la contraportada- y que presentaba una escena de calle, con toda una serie de personas en una plaza –paseando, en bici, colocando tenderetes, etc.- era que se le había dado la vuelta y el elemento principal eran las sombras, mientras que las personas hacían las veces de sombras. Abrí el libro y me sorprendió que ya apareciera como año de publicación 2009. Pensé que probablemente se trataba de un ardid editorial, pero que de todas formas era el primer libro que veía fechado en 2009. Algunos de los poemas, y especialmente los títulos, –las asociaciones no siempre obedecen a mecanismos racionales-, no sólo me recordaban los poemas de Herbert, sino también algunos de los textos de Gerardo Beltrán, poeta mexicano, traductor, profesor universitario especializado en traducción de poesía y ante todo y en primer lugar uno de mis mejores amigos. Con todos esos indicios el libro parecía abrirse paso hacia mi yo lector. Y así fue. Anoche leí algunos de los poemas y llegué a la conclusión de que en cuanto colgara el tercer poema de Janusz Leppek, colgaba uno de los de Sośnicki. Cuál no sería mi sorpresa cuando al entrar en el magnífico blog de otro de mis grandes amigos, Xavier Farré (http://xavierfarreabcd.blogspot.com), me encontré precisamente con la versión en catalán de uno de los poemas que yo también había elegido para traducir y colgar en Al trasluz. Tras comentárselo a Xavier, y de mutuo acuerdo, me decido a colgar esta traducción en español:
LA MISIÓN PRIVADA DE LA SEÑORA P.
Corría yo precisamente hacia correos con el dinero de los recibos,
como siempre a las diecinueve cincuenta y cinco,
cuando las vi, desnudas y quejosas.
La paloma madre llamaba desde algún lugar de la cornisa.
Y aquellas dos cornejas: ninguna duda de qué sucedería, si yo vacilaba.
Han pasado diez años.
Retiro otro taco de resguardos.
Ciento veinte acciones,
después de cada una, el mundo pasó a ser algo mejor.
De Los señores P.
14 de enero de 2009
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