Donde acaban mis palabras
la poesía acaba allí donde yo empiezo
y mis torpes picos mis engañosos valles
los zigzagueantes rayos de sol en los pasillos del iris
treinta grados bajo cero treinta grados
a la sombra
de las alas del ángel de la guarda de una historia totalmente distinta
con la boca como huesos de arrogantes albaricoques de teñidos
melocotones cerrada por los siglos de los siglos
aparentando la mejor de las monedas en las cadenas
de tus brazos
condenados al exterminio como venecia y parís
como peregrinajes borrachos de caracoles cornudos
al través de la carretera húmeda al través de la palma seca de la mano
que acallará este poema y entonces finalmente
podremos quedarnos dormidos
la poesía empieza donde acaban mis palabras
De Entrada de emergencia
24 de marzo de 2010
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1 comentario:
La poesía siempre al fondo, inútil e inevitable como la luz de un faro en un océano vacío. Hermoso.
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