En los últimos días han visto la luz un par de antologías que recogen la obra de poetas de los últimos años. De una de ellas saco este poema.
el día se acercaba a su fin
íbamos por el prado el día se acercaba a su fin
y la tierra temblaba bajo el peso del verano
éramos a intervalos cercanos y desconocidos
como nunca hasta entonces
durante un instante nos miró una liebre gris
y cuando desapareció entre el trigo en movimiento
se llevó consigo lo que había visto fuera lo que fuera
el humo seco de las hogueras el fangoso verdor del estanque
y nosotros si fuimos importantes al menos tanto
como la niebla en el campo
quizá en sus ojos ya se ha borrado esa imagen
la tarde de verano dos personas el trigo
y quizá crucemos toda la eternidad ese prado
y nada cambie en ese doble retrato
aunque queramos
31 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
¡Es magnífico! (Como tantos de los que compartes con nosotros) Muchísimas gracias.
A mí también me gusta, es directo pero no dejà vu, y las liebres me caen simpáticas (vale, es un argumento como otro cualquiera...)
La "zając" también me es simpática, incluso más que eso. Saludos.
Publicar un comentario