Las seis cuarenta y cinco
Ramas desnudas se meten por la ventana
Más o menos a las siete menos cuarto.
Hay movimiento abajo junto a los garajes.
Motores en marcha, portazos.
Mi pierna, pesada e inmóvil,
En una hermética pernera de yeso.
Echo mano a un yogur mientras me pregunto
Qué me puedo decir hoy.
De El redondo ojo del tiempo
20 de febrero de 2010
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